Una abrumadora mayoría de ciudadanos franceses afirman que se han visto obligados a recortar el gasto, aunque señalan que no sienten una desaceleración en el aumento de los precios, según sugiere una nueva encuesta de la firma de investigación francesa Elabe.
Según la encuesta publicada el jueves, el 82% de los encuestados afirmó que “se está apretando el cinturón”, el 29% dijo que lo está haciendo “mucho” y el 53% “un poco”. Solo el 18% afirmó que no necesita recortar, indicó la encuesta.
El sondeo también muestra que el 65% de los franceses considera que su poder adquisitivo ha disminuido en los últimos meses, de los cuales un 27% afirma que ha disminuido mucho y un 38% que ha disminuido un poco. Por su parte, el 22% afirma que su poder adquisitivo “se mantiene igual” y el 13% afirma que ha aumentado.
Al mismo tiempo, Elabe señaló que la proporción de personas que experimentan una caída importante en el poder adquisitivo es un 13% menor que durante el pico de inflación en noviembre de 2022.
La encuesta también reveló que, a pesar de la disminución de la inflación, el 74% de los encuestados afirmó no haber notado ninguna desaceleración en los aumentos diarios de precios. Además, el 30% de los encuestados afirmó haber sobrepasado regularmente el límite de su tarjeta de crédito durante el último año; el 14% afirmó que esto sucede mensualmente y el 16% varias veces al año.
Al mismo tiempo, la mayoría de los franceses no confía en ninguna de las principales figuras políticas para aliviar las presiones financieras. Por ejemplo, solo el 18% confía en que el presidente francés, Emmanuel Macron, mejore el poder adquisitivo de la población.
En cambio, Marine Le Pen, figura clave del partido de derecha Agrupamiento Nacional, y Edouard Philippe, ex primer ministro que ahora preside el partido de centroderecha Horizontes, obtuvieron cada uno el 34% para lograrlo.
La encuesta de Elabe incluyó a 1.001 habitantes de Francia metropolitana mayores de 18 años.
En diciembre de 2024, la tasa de inflación de Francia se situó en el 1,3%, una fuerte caída respecto del 4,9% de 2023 y el 5,2% de 2022, según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE). La caída se atribuye a la estabilización de los precios de la energía y los alimentos.
Se espera que la economía de Francia crezca más lentamente en los próximos años: el Banco de Francia pronostica una tasa de crecimiento del 0,9% en 2025, revisada a la baja desde una estimación anterior del 1,2% en medio de la inestabilidad política interna.
En diciembre de 2024, el primer ministro francés, Michel Barnier, se vio obligado a dimitir tras una moción de censura por su intento de aprobar el presupuesto de 2025. El plan, que pretendía reducir el déficit público del 6,1% al 5% del PIB, se enfrentó a la oposición de los partidos de derecha e izquierda, lo que llevó al colapso del gobierno.