Wednesday, January 22, 2025
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Europa debe estar preparada para el cambio en la política comercial de Estados Unidos, advierte Lagarde del BCE

Europa debe prepararse para posibles cambios en la política comercial de Estados Unidos, advirtió la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, diciendo que, si bien la administración del presidente Donald Trump se abstuvo de imponer aranceles generalizados el día de su toma de posesión, aún podrían surgir medidas selectivas en las próximas semanas.

Hablando en el Foro Económico Mundial en Davos el miércoles durante una entrevista con CNBC, Lagarde enfatizó la necesidad de que Europa “esté preparada y anticipe lo que sucederá para poder responder”.

¿Podría estar en el horizonte una guerra comercial con Estados Unidos?

El comercio siempre es un gran tema de conversación en Davos, pero con Trump de regreso en la Casa Blanca, los temores al proteccionismo estadounidense están robando la atención.

Europa ha abogado desde hace tiempo por la apertura de los mercados, no sólo como un “principio moral”, sino también porque el comercio con Estados Unidos le beneficia económicamente. El superávit comercial de la eurozona con Estados Unidos se situó en casi el 1% del producto interior bruto en 2023, impulsado por sectores clave como el químico y el farmacéutico.

Al abordar la posibilidad de que Europa resista una guerra comercial, Lagarde reconoció que, si bien las discusiones deben continuar, la idea de que Estados Unidos podría reducir significativamente las importaciones de Europa para impulsar la fabricación nacional es “cuestionable”, porque la economía estadounidense “está en plena actividad en este momento”.

Con la economía estadounidense funcionando a plena capacidad y el desempleo en niveles históricamente bajos, sugirió que reemplazar las importaciones europeas con producción nacional “tomará un poco de tiempo”.

¿Un renovado impulso a la competitividad europea?

La conversación también abordó la competitividad europea, un tema que dominó los debates en 2024.

Lagarde indicó que “el diagnóstico está hecho” sobre el futuro económico de Europa, citando informes del ex presidente del BCE Mario Draghi y del economista Enrico Letta que pidieron reformas urgentes en productividad e innovación en medio de los desafíos demográficos.

La respuesta de Europa ahora debe ser “acción, acción, acción”, insistió.

El liderazgo de Trump podría ser un catalizador para la reforma

Lagarde enfatizó que Europa se mueve cuando enfrenta una amenaza externa, y la incertidumbre que rodea la política comercial estadounidense podría actuar como catalizador para la reforma.

Destacó que la fortaleza económica de Europa reside en su gran mercado de consumo, pero las barreras internas siguen siendo un desafío.

“Creamos el Mercado Único… pero no terminamos el trabajo”, señaló Lagarde, señalando que las barreras no resueltas a la libre circulación de bienes y servicios podrían debilitar la posición de Europa en las negociaciones comerciales globales.

Política monetaria: ¿se está quedando atrás el BCE?

En materia de política monetaria, Lagarde reforzó el compromiso del BCE con reducciones de tasas medidas y dependientes de los datos, resistiendo la especulación del mercado sobre el ritmo y la magnitud de los recortes.

Reiteró su confianza en que la inflación caerá a la meta del 2% este año.

Los mercados están descontando actualmente múltiples recortes de tasas del BCE este año, y algunos analistas predicen cuatro reducciones para el verano, lo que llevaría las tasas del 3% al 2%.

Cuando se le preguntó si este ritmo parecía apropiado, Lagarde evitó comprometerse con un cronograma y dijo que es probable que haya “movimientos graduales”, pero que las decisiones seguirán dependiendo de los datos.

Lagarde también desestimó las preocupaciones de que el BCE se esté quedando atrás en los recortes de tasas, señalando que “no hemos revisado mucho los pronósticos de inflación en los últimos cinco conjuntos de proyecciones”, lo que refuerza la confianza en el enfoque actual del banco central.

La divergencia entre Estados Unidos y la Unión Europea en los tipos de interés
Una diferencia clave entre el BCE y la Reserva Federal de Estados Unidos es el ritmo de la flexibilización monetaria.

Si bien la Fed ha señalado un ciclo de recorte de tasas más agresivo, el BCE ha adoptado un enfoque más cauteloso.

Lagarde reconoció esta divergencia y explicó que refleja “un contexto económico diferente” entre las dos regiones.

En vista de que la inflación en Europa se está estabilizando y se prevé un crecimiento económico del 1% en 2025, el BCE está adoptando una postura mesurada.

Lagarde reiteró que el foco del banco central sigue siendo la estabilidad de precios y que su mandato no incluye factores como el empleo, a diferencia del de la Fed.

Precios de la energía e incertidumbre global

Lagarde también señaló que los precios de la energía serán una variable clave en las futuras decisiones de política monetaria, sugiriendo que nuevas caídas en los costos del petróleo y el gas podrían tener un impacto significativo en la dinámica de la inflación.

Se mostró cautelosa a la hora de dar orientaciones futuras, afirmando que “aplicaremos el método y tomaremos todos los datos a medida que lleguen”.

Mientras Europa se enfrenta a un panorama global cada vez más incierto, el BCE sigue comprometido con su enfoque gradual basado en datos, mientras que los responsables de las políticas siguen de cerca las decisiones comerciales de Estados Unidos y sus posibles consecuencias económicas.

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