El primer ministro polaco, Donald Tusk, se reunió el viernes en Varsovia con el primer ministro británico, Keir Starmer, para discutir la cooperación de la OTAN y el apoyo a Ucrania, entre otras cosas.
La visita de Starmer tuvo lugar a su regreso de Ucrania, donde el jueves habló con el presidente Volodymyr Zelenskyy.
Durante la reunión, el Primer Ministro polaco presentó a su homólogo británico las prioridades de la presidencia polaca del Consejo de la Unión Europea.
Los primeros ministros también abordaron las relaciones mutuas, las cuestiones migratorias y la seguridad internacional, haciendo hincapié en la cooperación en materia de defensa y en el apoyo a Ucrania.
En la conferencia de prensa, ambos anunciaron su intención de firmar un acuerdo bilateral de cooperación en materia de seguridad y defensa a finales de este año y estrechar la cooperación en los mares Báltico y del Norte.
“Estamos abriendo una nueva oficina de programa conjunto en Bristol para implementar nuestra asociación de £4 mil millones para entregar la próxima generación del sistema de defensa aérea a Polonia”, dijo Starmer.
El primer ministro del Reino Unido también visitó el sitio del campo de exterminio nazi alemán de Auschwitz, expresando su “puro horror” por lo que vio y prometiendo que lucharía contra el creciente antisemitismo que está provocando temores entre los judíos, incluso en Gran Bretaña.
“Nada podría haberme preparado para el horror absoluto de lo que he visto en este lugar. Es absolutamente desgarrador”, dijo en una declaración difundida tras su visita matutina al lugar conmemorativo con su esposa, Victoria, que es judía.
Señaló el antisemitismo que ha ido creciendo desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza.
El Partido Laborista de centroizquierda de Starmer ha tenido que hacer frente a acusaciones de antisemitismo.
En 2020, el organismo de control de la igualdad del Reino Unido concluyó en un duro informe que los funcionarios laboristas no lograron erradicar el antisemitismo y cometieron “actos ilegales de acoso y discriminación” durante el mandato del predecesor de Starmer, Jeremy Corbyn.