La economía alemana se contrajo por segundo año consecutivo en 2024 por primera vez en más de dos décadas, según un informe de la oficina federal de estadísticas del país, Destatis, publicado el miércoles.
Las cifras oficiales mostraron que el producto interno bruto cayó un 0,2% el año pasado después de caer un 0,3% en 2023.
La mayor economía de la eurozona se ha quedado atrás de sus pares en los últimos años, en gran medida debido a una prolongada desaceleración de la producción industrial. El cambio del gas ruso, más asequible, al gas natural licuado (GNL) estadounidense, más caro, ha elevado los costos de la energía, lo que ha afectado gravemente a los fabricantes y a las pequeñas empresas.
La caída fue causada por “presiones cíclicas y estructurales”, según la presidenta de Destatis, Ruth Brand.
“Entre ellas se encuentran la creciente competencia para la industria exportadora alemana en mercados de ventas clave, los altos costos de la energía, un nivel de tasas de interés que sigue siendo alto y una perspectiva económica incierta”, afirmó.
Según el informe, las exportaciones, que constituyen la columna vertebral de la economía alemana, experimentaron una caída del 0,8% en 2024. La producción industrial también se estancó, lo que refleja la dificultad de competir a nivel mundial a medida que aumentaban los costos de producción.
El gasto de los hogares, otro motor clave de la economía, disminuyó un 1,5%, debido a la persistente alta inflación y a la reducción del poder adquisitivo. El sector de la construcción se contrajo drásticamente un 3,8%, ya que el aumento de los precios de las materias primas y las elevadas tasas de interés afectaron a la construcción.