Al hablar sobre el tema en una audiencia de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo en Bruselas el martes, destacó que el proceso debe beneficiar tanto a los actuales Estados miembros como a los nuevos potenciales.
“No habrá ningún descuento geopolítico. El proceso de ampliación seguirá basándose en los méritos”, afirmó Kos. “Como les dije el 7 de noviembre, predicaré con el ejemplo en lo que respecta a los valores europeos. El Estado de derecho y los valores fundamentales seguirán siendo una piedra angular de la política de ampliación de la UE y los cimientos de una Unión reformada y ampliada en el futuro”.
Los comentarios de Kos llegan en un momento en que se presta una mayor atención al proceso de ampliación de la UE, ya que los Estados miembros siguen de cerca el progreso de los países en las negociaciones de adhesión. Ucrania, Georgia y Moldavia, a los que se les concedió el estatus de países candidatos a la UE tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, son el foco principal de los debates actuales.
Ucrania y Moldavia
Las negociaciones formales de adhesión con Ucrania y Moldavia comenzaron oficialmente en junio de 2023. Para Ucrania, la medida supuso un poderoso voto de confianza en el futuro del país dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, pese al impulso, tanto Ucrania como Moldavia enfrentan desafíos importantes en su camino hacia la membresía plena. Moldavia, que ha luchado durante mucho tiempo con la influencia rusa, debe lidiar con presiones crecientes de Moscú que amenazan su estabilidad e integración a la UE.
Al mismo tiempo, Ucrania, aunque cuenta en gran medida con el apoyo de la UE, se enfrenta a la oposición de algunos Estados miembros, en particular Eslovaquia y Hungría, que han sido abiertamente críticos respecto de su adhesión.
Georgia
Aunque Ucrania y Moldavia siguen avanzando, el camino de Georgia hacia la adhesión a la UE parece más incierto. El partido gobernante del país, Sueño Georgiano, ha sido objeto de un escrutinio cada vez mayor, con acusaciones de prácticas antidemocráticas y una postura prorrusa.
A finales de noviembre, el primer ministro Kobakhidze anunció que Georgia pospondría su candidatura a la UE hasta 2028. En respuesta, los ciudadanos de todo el país comenzaron a manifestarse diariamente para exigir cambios políticos significativos.
Estas preocupaciones han complicado los esfuerzos de Georgia para lograr la adhesión, mientras la UE lucha por alcanzar un consenso sobre cómo proceder con el caso