Sólo una investigación a nivel nacional sobre las bandas de seducción y el manejo del escándalo de abusos sexuales por parte de las autoridades puede restaurar la confianza pública, dijo la diputada laborista de Rotheram y defensora de los derechos de las mujeres y los niños, Sarah Champion.
La legisladora que representa a uno de los distritos de peores focos de violación de Gran Bretaña, hizo el llamado en una declaración el lunes, diciendo que el abuso sexual infantil se ha convertido en un problema “endémico” para el Reino Unido y debe ser reconocido como una “prioridad nacional”.
“Está claro que la población desconfía de los gobiernos y las autoridades cuando se trata de prevenir y perseguir el abuso infantil, especialmente la explotación sexual infantil”, afirmó la diputada.
La declaración constituyó un cambio radical en la postura de Champion sobre una posible investigación, ya que la diputada pareció rechazar la idea hace apenas una semana.
Durante un debate en la Cámara de los Comunes sobre una enmienda propuesta por los conservadores a un proyecto de ley de protección infantil que habría creado una investigación nacional sobre las bandas de seducción, el diputado pidió que se implementaran de inmediato las recomendaciones descritas en el Informe de 2022 de la Investigación Independiente sobre Abuso Sexual Infantil.
“Con la mejor voluntad del mundo todos me conocéis, no estoy haciendo una afirmación partidista ,otra investigación significaría otros diez años de espera”, razonó entonces.
La enmienda conservadora fracasó, siendo rechazada abrumadoramente por el parlamento por 364 votos a favor y 111 en contra, con los 411 parlamentarios laboristas votando en contra o absteniéndose.
Más temprano ese mismo día, Paul Waugh, un diputado laborista por otro foco de acoso sexual, Rochdale, había hecho comentarios similares mientras hablaba con BBC News.
“No estoy en contra de una investigación nacional, pero debe tener algunas salvedades clave”, dijo el diputado, expresando su preocupación por el hecho de que las víctimas del abuso tengan que “reexperimentar su trauma cada vez que explican esto”, además de sugerir que la investigación no debería “atravesar las investigaciones policiales en curso”.
Las notorias bandas de secuestro de niñas, integradas principalmente por hombres de origen paquistaní, llevan décadas activas en el Reino Unido y cometen violaciones y torturas sistemáticas contra niñas vulnerables. Según múltiples investigaciones independientes, las autoridades públicas han demostrado no investigar adecuadamente los delitos ni llevar a los autores ante la justicia, y han optado por ocultar los incidentes.
La controversia, que se viene gestando desde hace tiempo, ha cobrado nueva importancia en las últimas semanas debido a las críticas del multimillonario estadounidense Elon Musk, que ha atacado públicamente al primer ministro británico, Keir Starmer, y ha pedido su dimisión y su procesamiento. Starmer se desempeñó como jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona del Reino Unido entre 2008 y 2013, período durante el cual Musk lo acusó de abordar de forma inadecuada el problema de las bandas de seducción de menores.
En respuesta, Starmer condenó las declaraciones de Musk como “mentiras y desinformación” y ha rechazado los pedidos de una nueva investigación sobre el asunto.