La disminución de 16,3 por ciento en la incidencia de homicidios dolosos de septiembre a diciembre pasado ofrece hoy señales claras sobre la eficacia de la estrategia en materia de seguridad implementada por México.
El dato llama la atención, sobre todo, porque tal descenso coincide con los primeros tres meses del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien calificó de importante la caída del indicador y definió como un gran trabajo el realizado por el gabinete dedicado a esta área.
Al presentar esos resultados en días recientes, la secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Marcela Figueroa, precisó que diciembre constituyó el mes de 2024 con el registro más bajo de víctimas por ese delito al totalizar un promedio diario de 72,8.
Reveló, además, una reducción de esos crímenes en seis de los siete estados que concentran la mitad de los homicidios del país: en Baja California disminuyó 22,7 por ciento; en el Estado de México, 22,2; en Chihuahua, 23,8; en Jalisco, 7,2; en Guerrero, 15,7, y en Nuevo León, 56,1.
Solo en Guanajuato se reportó un incremento, de 3,9.
Con respecto al norteño estado de Sinaloa, donde se registró a partir de septiembre un incremento de la violencia, las autoridades evidenciaron mediante estadísticas una ligera contención en la escalada con un descenso de 13,7 por ciento entre el punto más alto, en octubre, y diciembre último.
Al referirse al promedio diario en los delitos de alto impacto entre septiembre y diciembre pasados, la funcionaria señaló un descenso en todos: -26,5 por ciento en feminicidio, -19,7 en lesiones por disparo de arma de fuego, -10,6 en extorsión y -4,7 en los robos con violencia.
“Por supuesto que hay que trabajar todos los días, porque aquí puede subir nuevamente si uno no está pendiente de lo que se está haciendo, pero hay una estrategia marcada y hay un trabajo cotidiano, permanente y una entrega del equipo del gobierno” y de la Fiscalía, dijo Sheinbaum.
El Gobierno implementa desde el 1 de octubre una estrategia nacional de seguridad basada en cuatro ejes de acción: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación, y coordinación con las entidades federativas.
A la capacidad de dicho plan se le atribuye también la detención de siete mil 720 personas por delitos de alto impacto y la incautación de más de 66 toneladas de droga y de una cifra superior a las tres mil 600 armas de fuego en los primeros 100 días del gobierno.
“La droga asegurada en la que se incluyen mil 168 kilogramos y 561 mil pastillas de fentanilo representa más de 60 millones de dosis que no llegarán a las calles ni podrán destruir la vida de familias o de jóvenes”, afirmó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García.
El combate a la producción de sustancias ilícitas también deja resultados elocuentes: en las entidades de Baja California, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Sonora, se desmantelaron 115 laboratorios clandestinos para la elaboración de metanfetamina.
Según García, se incautaron 148 mil 609 litros y 28 mil 261 kilogramos de sustancias químicas, 157 reactores de síntesis orgánica, 62 condensadores y 56 destiladores, una afectación económica a las organizaciones delictivas de 27 mil 118 millones de pesos (unos mil 300 millones de dólares).
“Desde el primer día de este gobierno la instrucción de la Presidenta ha sido clara: la seguridad de las y los mexicanos es una prioridad que demanda unidad, compromiso y acción inmediata”, expresó el titular.
Además de los resultados usualmente más mediáticos, las autoridades del país se enfocan también en la atención a las causas de la violencia, como parte de lo cual destinarán este año más de 800 mil millones de pesos (unos 38 mil 600 millones de dólares) a los programas sociales.
Asimismo, promueven iniciativas con el objetivo de apoyar a familias que se encuentren en una situación de vulnerabilidad y garantizar condiciones de bienestar y prosperidad particularmente en aquellos municipios o entidades con más violencia en la nación.
El eje de atención a las causas de la estrategia nacional recibió otro impulso la víspera, con el inicio del programa Sí al Desarme, Sí a la Paz, en la capitalina Basílica de Guadalupe, para que los ciudadanos puedan entregar de manera voluntaria y anónima cualquier arma de fuego.
Los artefactos serán recibidos en los módulos ubicados en los atrios de iglesias, sin investigación alguna y a cambio de una remuneración económica, y destruidos por la Secretaría de la Defensa Nacional.
“Si hay un arma en el hogar, se entregue, se recibe recursos económicos a cambio y el arma se destruye. Ese es el objetivo de este programa, desarmar, que no haya armas en nuestro país”, aseveró Sheinbaum durante la puesta en marcha.
Además, se intercambiarán juguetes bélicos por otros de corte educativo para eliminar artículos que fomenten la violencia entre los menores.
Si bien la inseguridad no se generó de un día para otro y tampoco se resolverá en ese lapso, como reconocen las autoridades, la estrategia y los frutos que arroja hasta ahora marcan a juicio de muchos el rumbo adecuado frente a la problemática que más preocupa a los nacidos en este país.