Tras muchos meses de tensiones en Venezuela, Nicolás Maduro se ha proclamado este viernes presidente después de una elecciones con escaso reconocimiento internacional y de las que el Gobierno chavista no ha publicado las actas.
El mandatario venezolano ha recibido la banda presidencial ante un público en el que apenas había presencia de líderes mundiales. Ningún presidente europeo acudió ni envío representación a la ceremonia, una medida adoptada conjuntamente que este viernes se sumaba a la denuncia de la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, que ha asegurado que Maduro carece de “la legitimidad de un presidente democráticamente elegido”.
“Millones de venezolanos votaron por un cambio democrático al apoyar a Edmundo González Urrutia por una mayoría significativa, de acuerdo con copias públicamente disponibles de registros electorales (actas)”, dijo Kallas. La jefa de la diplomacia comunitaria añadió que “dado que las autoridades se han negado a publicar registros oficiales de las mesas electorales, los resultados anunciados permanecen sin verificar y no pueden ser reconocidos como representativos de la voluntad del pueblo”.
La UE ha impuesto desde 2017 varias sanciones sobre Venezuela. Entre ellas están las restricciones de viaje y la congelación de activos a personas consideradas por los 27 como responsables de graves violaciones o abusos de los derechos humanos o de la represión de la sociedad civil y la oposición democrática. Además, las medidas restrictivas adoptadas entonces incluyen un embargo de armas, así como restricciones sobre los equipos que puedan utilizarse para la represión interna y medidas para impedir el uso indebido de equipos de comunicación.
A medida que se acercaban las elecciones del pasado julio la UE aseguró que estaría atento a lo que ocurriera para adoptar nuevas medidas o comenzar un proceso de acercamiento con el país latinoamericano.
A fin de “apoyar los esfuerzos de Venezuela por mantener el proceso electoral y ampliar el espacio democrático en el país”, el 13 de mayo de 2024 el Consejo decidió prorrogar las medidas restrictivas únicamente hasta el 10 de enero de 2025, en lugar de la renovación habitual de 12 meses. Además, el Consejo decidió suspender las restricciones de viaje impuestas a cuatro personas.
Tras los comicios, las denuncias de fraude electoral y el exilio del opositor Edmundo González en Madrid para evitar ser encarcelado, la UE decidió no solo continuar con las sanciones, sino ampliarlas. En octubre el entonces alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, anunció que la UE iba a “revisar el sistema de sanciones” contra un gobierno que “no considera que haya ganado las elecciones”.
Ya a final de diciembre una reunión a nivel de embajadores aprobó nuevas sanciones contra 15 personas, que se sumaban a la ‘lista negra’ de la UE en la que ya figuran 55 dirigentes chavistas, entre ellos Delcy Rodríguez, actual ministra de Economía y vicepresidenta Ejecutiva, y Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores y Justicia.
De esta forma, la Unión daba pasos para aumentar la presión sobre el régimen chavista con la vista puesta en enero de 2025 y desde hace semanas los Estados miembro trabajaban a nivel técnico en nuevas mediadas. Aunque todavía no se ha hecho públicas las posibles nuevas sanciones, fuentes comunitarias consultadas por 20minutos apuntan a que la discusión final y aplicación de las futuras medidas podría ser previsiblemente la semana que viene. Lo más probable es que estas nuevas sanciones sean una ampliación de las ya existentes. Otra opción sería sancionar al propio Maduro, algo que no se suele hacer con mandatarios salvo casos muy específicos como ocurrió con Putin tras la invasión de Ucrania.
Reconocer a Edmundo González como presidente
Otra de las medidas de presión que se ha barajado durante estos meses es el reconocimiento del opositor. Por el momento, el bloque europeo ha subrayado que no reconoce la legitimidad democrática de Maduro, pero ha evitado dar pasos para señalar a González como presidente electo, pese a que ha sugerido en sus comunicados que los resultados en Venezuela “indican” un triunfo opositor “por una mayoría significativa”.
Lo cierto es que únicamente Italia ha reconocido a Urrutia como presidente electo, y el resto de miembros, incluido España, se ha limitado a reconocerle como ganador legitimo de las elecciones.
Para que Bruselas reconozca a González como presidente deben ser los propios jefes de Estado los que se pongan de acuerdo; algo que actualmente parece complicado pero que podría ser en un futuro una nueva medida de presión sobre Venezuela. Los críticos con que no se tome ya esta decisión recuerdan que en el pasado sí se hizo con Juan Guaidó. Por su parte, los que parecen querer esperar a intentar solucionar la crisis política de Venezuela por otras vías recuerdan que el caso Guaidó demuestra que el reconocimiento de este como presidente no supuso un cambio significativo en el régimen chavista.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, afirmó este viernes que la Unión Europea está trabajando especialmente en una postura consensuada “para volver a definir una nueva posición común”.
El ministro ha criticado al Partido Popular, que ha pedido reconocer ya a González, por “intentar deformar” la posición del Gobierno ante la crisis de Venezuela cuando lo que hace es mantener una posición común con la UE para buscar una solución “genuinamente venezolana” para lograr una transición pacífica en este país. .