China ha acusado a la UE de imponer barreras comerciales injustas a las empresas chinas en la última ruptura en las relaciones comerciales entre los dos pesos pesados económicos.
En un comunicado emitido el jueves, el Ministerio de Comercio de China dijo que las prácticas adoptadas por el bloque en sus investigaciones sobre subsidios extranjeros contra empresas chinas constituyen barreras al comercio y la inversión.
Esto sigue a una investigación ordenada por Pekín en julio del año pasado, en respuesta a las investigaciones de Bruselas sobre si los subsidios del gobierno chino a los productores de vehículos eléctricos (VE) estaban socavando la competencia de la UE.
Las conclusiones del ministerio destacaron que la “aplicación selectiva” del Reglamento de Subvenciones Extranjeras de la UE es una preocupación importante, y añadió que los criterios establecidos por los legisladores de la UE para determinar las subvenciones extranjeras son “cuasi ambiguos”. El proceso de investigación “impone una pesada carga a las empresas chinas”, ya que están obligadas a proporcionar una gran cantidad de información.
El procedimiento de investigación “no es abierto ni transparente” y contribuye a la incertidumbre sobre la participación de las empresas investigadas. Al mismo tiempo, las empresas son amenazadas con multas si se niegan a colaborar, según el ministerio.
En octubre de 2023, la Comisión Europea inició una investigación antisubvenciones sobre las importaciones de vehículos eléctricos de pasajeros (VEB) procedentes de China. Un año después, el poder ejecutivo del bloque elevó los aranceles de importación sobre estos vehículos a más del 45%.
En represalia, Pekín impuso aranceles provisionales al brandy de origen europeo y amenazó con imponer aranceles más elevados a los automóviles de gasolina con motores de gran cilindrada. Las autoridades chinas también han presentado una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por el supuesto “proteccionismo comercial” adoptado por Bruselas.