El presidente francés, Emmanuel Macron, ha insistido en que su país tenía “razón” al intervenir contra los militantes islamistas en la región del Sahel y ha acusado a los líderes de los países involucrados de no mostrar suficiente gratitud por la intervención de Francia.
En un discurso pronunciado ante los embajadores franceses en el Palacio del Elíseo en París el lunes, Macron dijo que los países del Sahel no seguirían siendo naciones soberanas si las fuerzas francesas no hubieran impedido que los militantes islamistas tomaran el control de su territorio, y acusó a los líderes africanos de no tener el “coraje” de adoptar este punto de vista “frente a la opinión pública”.
En respuesta, los líderes de Chad y Senegal acusaron a Macron de arrogancia.
El primer ministro senegalés, Ousmane Sonko, emitió un comunicado en el que afirmaba que “Francia no tiene ni la capacidad ni la legitimidad para garantizar la seguridad y la soberanía de África”. Añadió que “los dirigentes franceses deben aprender a respetar a los pueblos africanos y reconocer el valor de sus sacrificios”.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Chad, Abderaman Koulamallah, emitió un comunicado expresando “profunda preocupación por las recientes declaraciones del Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, que reflejan una actitud despectiva hacia África y los africanos”.
“Los dirigentes franceses deben aprender a respetar al pueblo africano y reconocer el valor de sus sacrificios”, declaró.
El gobierno de Chad —que en su día fue uno de los socios más leales de Francia en África— anunció en noviembre pasado que suspendería la cooperación en materia de defensa con Francia, que anteriormente tenía unos 1.000 soldados estacionados en Chad.
Los aviones y las tropas francesas comenzaron a retirarse dos semanas después del anuncio.
Sin embargo, Chad expresó su deseo de mantener buenas relaciones y Koulamallah afirmó entonces que “no se trata de una ruptura con Francia como con Níger o con otros países”.
El expresidente de Níger, Mohamed Bazoum, que era aliado de Francia, fue depuesto por una junta militar en julio de 2023. Francia también se retiró de Mali y Burkina Faso tras una serie de golpes militares, y el ejército francés está actualmente en proceso de retirarse de Senegal, Costa de Marfil y Chad.
A medida que el poder de Francia en su antigua esfera colonial en el continente africano declina, Rusia, China y Turquía han ampliado su influencia.
En su discurso de Año Nuevo, el presidente senegalés Bassirou Dioumaye Faye afirmó que en 2025 se pondría fin a toda actividad militar extranjera en el país. A finales de noviembre, declaró que la presencia de militares franceses en el país era incompatible con la soberanía.
Macron dijo a su audiencia el lunes que “Francia no está a la defensiva en África, simplemente está lúcida y se está reorganizando”.