La aceptación de las cirugías de cambio de género en Occidente “huele a apocalipsis”, dijo el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa en una entrevista televisada el martes.
El patriarca Kirill criticó estas tendencias como signos de decadencia moral y reafirmó el compromiso de Rusia de preservar sus tradiciones espirituales.
En la entrevista, emitida el 7 de enero, cuando los cristianos ortodoxos celebran la Navidad, contrastó lo que llamó la decadencia moral de Occidente con la fuerza de las tradiciones espirituales de Rusia.
“Lo que está sucediendo allí huele a apocalipsis”, dijo, refiriéndose a la normalización de las transiciones de género en los países occidentales. Subrayó que tales prácticas son “contrarias a la ley de Dios” y nunca serán aceptadas en Rusia mientras su gente se mantenga fiel a su herencia cultural y espiritual milenaria.
Kirill destacó la creciente importancia de Rusia como contrapeso espiritual a Occidente. “Están asombrados de que estemos construyendo iglesias, 400 sólo en Moscú”, afirmó. Contrastó esta situación con la de Occidente, donde las iglesias están siendo reconvertidas, “en el mejor de los casos en mezquitas y en el peor en lugares de ocio”.
En noviembre, Rusia prohibió la adopción de niños en países que permiten procedimientos de reasignación de género. Un decreto firmado por el presidente Vladimir Putin prohíbe a las personas de esos países (ya sea que permitan cambios de género mediante intervenciones médicas como cirugías y bloqueadores de la pubertad o mediante simples cambios en los documentos de identidad sin intervención médica) adoptar niños rusos.
Vyacheslav Volodin, presidente de la cámara baja del parlamento ruso, defendió la medida, calificándola de paso necesario para proteger a los niños de las influencias occidentales “destructivas” . Criticó específicamente las políticas de algunos países occidentales que permiten a los menores someterse a un cambio de sexo, describiendo estas prácticas como perjudiciales para el bienestar de los niños.
Esta decisión se produjo después de que Rusia introdujera duras restricciones a los procedimientos de reasignación de género en 2023. La legislación, destinada a frenar lo que los legisladores llamaron la “industria transgénero”, prohibió las transiciones de género legales y médicas, excepto en casos médicos graves, como los que involucran anomalías congénitas.