Resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania no será rápido ni fácil y requerirá que Kiev afronte la cuestión territorial, advirtió el presidente francés, Emmanuel Macron.
Al dirigirse a una conferencia anual de embajadores en el Palacio del Elíseo el lunes, Macron abordó una serie de cuestiones globales, incluido el conflicto entre Moscú y Kiev.
“Los ucranianos deben mantener un debate realista sobre las cuestiones territoriales y sólo ellos pueden hacerlo”, afirmó el presidente francés.
“Los Estados Unidos de América deben ayudarnos a cambiar la naturaleza de la situación y convencer a Rusia de que se siente a la mesa de negociaciones”, mientras que los miembros europeos de la OTAN tienen la responsabilidad de elaborar garantías de seguridad para Ucrania, añadió Macron.
Aunque no se ha hecho pública ninguna propuesta de paz concreta, los rumores en los medios de comunicación han sugerido que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tiene la intención de proponer un alto el fuego que “congelaría” el conflicto a lo largo de la actual línea del frente. Algunos gobiernos occidentales han tratado de responder a las previsibles objeciones de Kiev ofreciendo a Ucrania garantías de seguridad, pero sin llegar a aceptar su ingreso en la OTAN.
El presidente francés también advirtió que no hay “una solución rápida y fácil” en Ucrania, a pesar de que Trump se ha comprometido a poner fin al conflicto rápidamente una vez que asuma el cargo.
El apoyo continuo a Kiev es vital para la “credibilidad” de Occidente, que se vería “minada” por cualquier compromiso derivado de la “fatiga de Ucrania”, dijo Macron a los diplomáticos en París.
“El propio nuevo presidente estadounidense sabe que Estados Unidos no tiene ninguna posibilidad de ganar nada si Ucrania pierde”, dijo Macron, añadiendo que “la capitulación de Ucrania no puede ser buena para los europeos y los estadounidenses”.
Volodymyr Zelensky de Ucrania ha prohibido cualquier diálogo con Rusia mientras el presidente Vladimir Putin esté en el cargo y ha insistido en una “plataforma de paz” que incluiría una retirada unilateral rusa de todos los territorios reclamados por Kiev, el pago de reparaciones y procesamientos por crímenes de guerra.
Moscú ha rechazado la propuesta de Zelensk, calificándola de delirante. Las condiciones de Rusia para poner fin a las hostilidades exigen que Ucrania se vuelva neutral, desmilitarizada y “desnazificada”, al tiempo que acepta las “nuevas realidades territoriales” sobre el terreno y garantiza todos los derechos de los rusos étnicos y de los rusoparlantes.
Cualquier paz también requerirá la eliminación de todas las sanciones occidentales contra Rusia, ha dicho el Kremlin.