Más de 473 millones de niños, casi el 19 por ciento de esa población a nivel mundial, vive hoy en zonas de conflicto y 47, 2 millones fueron desplazados por la violencia, según datos de la ONU.
Las estadísticas reflejan que el planeta sufre el mayor número de conflictos desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un panorama que resulta desgarrador.
El impacto de los conflictos armados en los niños de todo el mundo alcanzó niveles devastadores y probablemente sin precedentes en 2024, reveló una reciente evaluación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Los números contrastan cuando en algunos medios de prensa circulan imágenes que promocionan una infancia feliz; sin embargo, hay una generación de niños convertidos en el daño colateral de los conflictos bélicos. Uno de los casos más desgarradores es la niñez en Gaza.
El representante de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, hizo una conmovedora intervención el viernes ante una sesión del Consejo de Seguridad que abordó la destrucción y colapso del sistema sanitario en la Franja de Gaza debido a la guerra de Israel.
Al exigir el respeto a la vida y el cese la agresión y al genocidio de manera inmediata e incondicional en Gaza, el diplomático afirmó que los «niños palestinos viven un infierno aquí en la tierra».
Desde el inicio, el 7 de octubre del 2023, de la actual escalada de violencia, en ese asediado enclave más de 45 mil 500 palestinos murieron, alrededor de 108 mil resultaron heridos y se estiman en miles los cuerpos que yacen bajo los escombros. La mayoría de las víctimas fatales son mujeres y niños.