La decisión de Ucrania de impedir el flujo de gas ruso a los estados de la UE a través de sus gasoductos perjudicará al bloque más que a Moscú, afirmó el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico.
Las exportaciones de gas ruso a través de los gasoductos de la era soviética que pasan por Ucrania se detuvieron el 1 de enero después de que Kiev se negara a renovar un acuerdo de tránsito previo a la guerra con el gigante energético estatal del Kremlin, Gazprom. El acuerdo entre Kiev y Moscú estaba vigente desde hacía décadas.
Eslovaquia había pasado meses intentando persuadir a Ucrania para que renovara el acuerdo debido a su dependencia del gas ruso barato, argumentando que de no hacerlo se producirían aumentos de los precios de la energía a nivel interno y mayores costos para la UE. Fico y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, discutieron públicamente en las últimas semanas a medida que se acercaba el final del acuerdo.
“Detener el tránsito de gas a través de Ucrania tendrá un impacto drástico en todos nosotros en la UE, pero no en la Federación Rusa”, dijo Fico en un discurso de Año Nuevo publicado en las redes sociales.
Fico ya había dicho que el fin del acuerdo sobre el gas podría costar a la UE 120.000 millones de euros en los próximos dos años aproximadamente. Eslovaquia perdería hasta 500 millones de euros anuales en tasas de tránsito, afirmó.
El primer ministro del país, amigo del Kremlin, se reunió el mes pasado con el presidente ruso, Vladimir Putin , en Moscú para tratar el suministro de gas, entre otros temas. Fico es apenas el tercer líder de la UE que ha visitado a Putin en el Kremlin desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia a principios de 2022.
Tras esa visita, Fico dijo la semana pasada que Eslovaquia consideraría “medidas recíprocas” contra Ucrania, como por ejemplo suspender el suministro eléctrico de emergencia a su vecino oriental. Kiev descartó la amenaza de inmediato y Polonia dijo que está preparada para aumentar las exportaciones de energía a Ucrania en tal escenario.
Eslovaquia recibía anualmente unos 3.000 millones de metros cúbicos de gas procedente de Rusia a través de Ucrania, lo que representa dos tercios de sus necesidades. Sin embargo, Bratislava afirmó esta semana que no se enfrentará a una escasez de gas debido a la pérdida del suministro ruso.
El año pasado, Eslovaquia firmó un contrato piloto de corto plazo para comprar gas natural de Azerbaiyán y un acuerdo para importar gas natural licuado de origen estadounidense a través de un gasoducto desde Polonia. Eslovaquia también puede recibir gas a través de las redes de Austria, Hungría y la República Checa, lo que permite realizar importaciones desde Alemania, entre otros posibles proveedores.