El presidente Emmanuel Macron pronunciará hoy sus buenos deseos a los franceses para el 2025 en la despedida de un año marcado por crisis que golpearon al oficialismo y erosionaron su popularidad.
En un ejercicio tradicional en la V República, que comenzó en 1958, el mandatario realizará una alocución televisiva en la que abordará los logros y desafíos de los últimos 12 meses, en un contexto político y financiero tenso, que sectores de la oposición aprovechan para evocar las elecciones presidenciales anticipadas e incluso reclamar su dimisión, lo cual el jefe de Estado descarta.
Nunca antes un presidente llegó al fin del año sin la mayoría en la Asamblea Nacional, a lo que se suma la ausencia de un presupuesto ordinario para el 2025, al naufragar el proyecto del derribado primer ministro Michel Barnier, blanco a principios de mes de una exitosa moción de censura en la cámara baja.
También por primera vez bajo la V República, Francia cerrará un año en el que tuvo cuatro primeros ministros: Élisabeth Borne, Gabriel Attal, Barnier y el recién nombrado François Bayrou.
A esto habría que añadirle las derrotas oficialistas en los comicios europeos de junio y los legislativos de julio y un déficit y una deuda pública en niveles calificados de estratosféricos.
Macron dirá adiós al 2024 con una popularidad de apenas el 24 por ciento, siete puntos menos que la registrada en idéntico período del año pasado, según encuestas.
Sin embargo, el mandatario podrá en su discurso de buenos deseos resaltar momentos positivos, como la celebración exitosa de los Juegos Olímpicos de París 2024 y la reapertura de la patrimonial catedral Notre-Dame de París, parcialmente destruida por un incendio en abril del 2019.
Asimismo, tratará con seguridad temas internacionales, en particular el conflicto en Ucrania y la crisis en el Oriente Medio.