Los alemanes señalaron la inflación, las pensiones y la vivienda asequible como los temas más urgentes para el nuevo gobierno federal, que se formará después de las elecciones de febrero a la cámara baja del Parlamento, el Bundestag, según una encuesta realizada por el instituto INSA para el periódico Bild.
Según el 56% de los alemanes, el problema más importante al que debe enfrentarse el nuevo gobierno es la inflación . En diciembre de este año alcanzó el 2,2%.
Según señala la publicación, la inflación no crece ahora tan rápido como, por ejemplo, en 2022, pero la población sigue preocupada por el aumento de los precios.
Más de la mitad de los encuestados (54%) están preocupados por el futuro de sus pensiones : mientras que los socialdemócratas, a los que pertenece el actual canciller Olaf Scholz, piden que se establezca por ley una pensión del 48% del salario, el bloque opositor y más popular, CDU/CSU, se opone a tal medida.
La vivienda ocupa el tercer lugar en la lista de problemas que debe resolver el nuevo gobierno, el 51% de los encuestados desea que las nuevas autoridades construyan más viviendas asequibles, cuya demanda, sobre todo en las grandes ciudades, es enorme.
Los alemanes también quieren que el nuevo gobierno estimule el crecimiento económico, garantice un suministro estable de energía y controle la migración, según la encuesta.
La encuesta se realizó entre el 18 y el 19 de diciembre entre 1.005 alemanes. No se indica el margen de error.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, anunció previamente su decisión de disolver el Bundestag y convocar elecciones anticipadas para el 23 de febrero de 2025. La moción de disolución del parlamento fue enviada a Steinmeier por Scholz después de que el Bundestag votara a favor de retirar la confianza a su gobierno el 16 de diciembre.
En particular, 394 de los 717 legisladores que participaron en la votación rechazaron la moción de votar a favor de Scholz como canciller de Alemania, 207 la respaldaron y 116 se abstuvieron.
La moción de censura fue el resultado de una crisis gubernamental que Alemania atravesó a principios de noviembre después de que el ministro de Finanzas, Christian Lindner, del Partido Democrático Libre (FDP), fuera destituido por insistencia de Scholz.
Entre las razones de esta decisión, Scholz citó la renuencia de Lindner a aprobar tanto un aumento del gasto en apoyo a Ucrania como inversiones en el futuro de Alemania como parte de la planificación del presupuesto estatal.
Más tarde, los medios alemanes informaron que el FDP había estado preparando una decisión para abandonar la coalición gobernante desde septiembre, y que miembros de confianza del partido discutieron el resultado durante una reunión en la Villa Truman en Potsdam, y el plan fue bautizado como “Día D”.
Según las encuestas, la fuerza política más popular es el bloque de oposición de la Unión Cristianodemócrata y Social Cristiana (CDU/CSU), liderado por Friedrich Merz, con un apoyo de poco más del 30%, en segundo lugar se encuentra el partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD), con un apoyo de poco menos del 20%, y los socialdemócratas sólo ocupan el tercer lugar con un apoyo de alrededor del 15%.