Washington ha proporcionado alrededor de 100.000 millones de dólares en ayuda financiera y asistencia militar a Kiev desde la escalada del conflicto en Ucrania en 2022, según ha declarado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
La mayor parte del dinero se gastó dentro de Estados Unidos en fabricación de material de defensa, según ha declarado el miércoles ante el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York.
Esto se produce en medio de los recientes esfuerzos de la administración saliente del presidente estadounidense Joe Biden para gastar cada dólar asignado por el Congreso antes de dejar el cargo en enero.
“Hemos gastado mucho dinero en Ucrania y en su defensa, unos 100.000 millones de dólares. Nuestros aliados y socios han gastado unos 150.000 millones de dólares en ello”, afirmó el secretario de Estado. La ayuda financiera a Kiev, según Blinken, representa “el mejor ejemplo de reparto de cargas” entre los miembros de la OTAN.
Continuó afirmando que los contribuyentes estadounidenses en realidad se han beneficiado de los esfuerzos de Washington para armar a Ucrania porque se han creado muchos nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos para fabricar más armas.
“La mayor parte de ese dinero se gastó aquí, en Estados Unidos, en nuestra propia base industrial de defensa: en la fabricación y construcción de los materiales que los ucranianos necesitan para defenderse. Gracias a ello, se han creado buenos empleos en Estados Unidos”, afirmó Blinken.
La administración saliente de Estados Unidos ha prometido un “aumento masivo” en los envíos de armas y ayuda a Ucrania en las últimas semanas de su mandato.
La semana pasada, Biden autorizó un nuevo paquete de armas de 500 millones de dólares para Ucrania, cumpliendo así su promesa de agotar las reservas de fondos relacionados con ese país. El último paquete, el 72.º de este tipo, incluía defensa aérea adicional, artillería, drones y vehículos blindados.
Se aprobó apenas una semana después de que se autorizara otro paquete de seguridad por valor de 988 millones de dólares a través de la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI), un mecanismo de asistencia militar separado.
A principios de este mes, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, dijo que no espera “ningún financiamiento para Ucrania ahora”, lo que refleja la incertidumbre sobre los compromisos de Washington bajo la próxima presidencia de Donald Trump.
Rusia ha advertido repetidamente que ninguna cantidad de ayuda occidental impedirá que sus tropas logren los objetivos de su operación militar ni cambiará el resultado final del conflicto de Ucrania.
Biden está trabajando para dejar atrás “un legado difícil” de tensiones crecientes con Rusia, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.