La confianza empresarial de Alemania ha caído a su nivel más bajo desde mediados de 2020, y las empresas señalan un deterioro de sus expectativas para el próximo año.
El índice de clima empresarial del IFO cayó a 84,7 puntos en diciembre de 2024, frente a los 85,6 puntos revisados a la baja de noviembre y por debajo de las expectativas de los analistas de 85,6 puntos. Se trata de la lectura más débil desde mayo de 2020, cuando las restricciones inducidas por la pandemia afectaron gravemente a las empresas alemanas.
La caída fue evidente en los sectores manufacturero, de servicios y comercial, donde las expectativas futuras se tornaron cada vez más pesimistas. En cambio, el sector de la construcción mostró una leve mejoría respecto de los niveles deprimidos anteriores en su evaluación actual, aunque sus perspectivas para el futuro se mantuvieron pesimistas.
“El descenso se debe sobre todo a unas expectativas más pesimistas. Por el contrario, las empresas valoran la situación actual como mejor. La debilidad de la economía alemana se ha convertido en crónica”, señaló Clemens Fuest, presidente del instituto ifo.
Al desglosar los datos, el subíndice de condiciones empresariales actuales experimentó una ligera mejora, pasando de 84,3 puntos a 85,1 puntos, superando las estimaciones de consenso de 84 puntos.
Sin embargo, el subíndice de expectativas, que mide el sentimiento sobre las perspectivas para los próximos meses, cayó bruscamente a 84,4 puntos, por debajo de los 87 puntos revisados de noviembre, marcando su nivel más bajo desde febrero de 2024 y quedando muy por debajo de los 87,5 puntos anticipados.
El pesimismo se apodera de la economía alemana
El sentimiento varía según los sectores, pero sigue siendo abrumadoramente sombrío. “Ningún sector es realmente optimista sobre 2025. Al nuevo gobierno alemán le espera mucho trabajo”, dijo Klaus Wohlrabe, un experto del IFO.
En el sector de la construcción, la mayoría de las empresas (51,5%) esperan un empeoramiento de la situación empresarial en 2025, mientras que menos del 5% prevé una mejora.
Los minoristas se hicieron eco de este pesimismo: el 42,1% prevé un mayor deterioro y solo el 7,9% se muestra optimista. La mitad de las empresas minoristas encuestadas esperan que las condiciones se mantengan sin cambios.
En el sector servicios, el optimismo es algo mayor, pero todavía moderado: el 11,9% de las empresas esperan unas mejores condiciones, mientras que el 28,2% prevé un empeoramiento. La mayoría de los proveedores de servicios (59,9%) no esperan cambios.
En el sector manufacturero, las empresas se muestran igualmente pesimistas. Mientras que el 15,7% de las firmas esperan una mejora, el 31,8% prevé un nuevo declive. La mayoría (52,6%) no prevé cambios significativos.
El Ifo destaca los riesgos de una “desindustrialización progresiva”
Los problemas estructurales, no sólo la debilidad cíclica, son la causa del pesimismo alemán. El sector manufacturero, que depende de las exportaciones, está sufriendo una pérdida de competitividad, especialmente fuera de Europa.
Lara Zarges, experta económica del IFO, dijo: “Debido a problemas estructurales de localización y a los altos niveles de incertidumbre respecto al marco de política económica, las empresas están frenando sus inversiones”.
Para algunos economistas, este estancamiento es una señal de alarma. “Por el momento, no está claro si la fase actual de estancamiento es una debilidad pasajera o si es permanente y, por lo tanto, un cambio doloroso en la economía”, afirma Timo Wollmershäuser, subdirector del Centro de Macroeconomía y Encuestas del ifo.
La semana pasada, el Ifo recortó sus previsiones de crecimiento y pronosticó que la economía alemana se contraerá un 0,1% en 2024, tras contraerse un 0,3% este año. Se espera un ligero repunte hasta el 0,4% de crecimiento en 2025 y un 0,8% en 2026.
Sin embargo, el panorama a largo plazo plantea inquietudes sobre una “desindustrialización progresiva”. En su escenario base, el instituto Ifo predice que la participación de la industria manufacturera en el valor agregado bruto total de Alemania disminuirá, y las empresas trasladarán la producción y las inversiones al extranjero.
El crecimiento de la productividad sigue siendo débil, ya que la producción industrial da paso a servicios menos productivos.
Reacciones del mercado: el euro se debilita y los rendimientos de los bonos alemanes caen
El deterioro de las perspectivas económicas afectó a los mercados financieros alemanes. El euro se debilitó el martes, y el tipo de cambio entre el euro y el dólar estadounidense cayó un 0,3% para cotizar por debajo de 1,05.
Los bonos soberanos alemanes se beneficiaron de la mayor demanda de los inversores, lo que hizo caer los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años al 2,22%.
Las acciones se mantuvieron prácticamente sin cambios, con el índice DAX mostrando poco movimiento tras una caída del 0,4% el día anterior. Entre los valores con mejor desempeño estuvieron Airbus SE, Siemens AG y BMW AG, que subieron un 1,5%, un 1% y un 0,9%, respectivamente. Por el contrario, Deutsche Post AG y Rheinmetall AG estuvieron entre los más rezagados del día, cayendo un 2,2% y un 2%, respectivamente.