Japón considera que el redespliegue de los marines estadounidenses de Okinawa a Guam es una tarea importante, afirmó el general Nakatani del Ministerio de Defensa japonés en una reunión con el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki.
El ministro de Defensa visitó al gobernador de Okinawa con motivo del inicio del traslado de los marines estadounidenses de Okinawa a Guam. Anteriormente, el mando estadounidense informó de que había comenzado el traslado y que las primeras 100 personas serían trasladadas a Guam en el transcurso del próximo año.
“El traslado de los marines a Guam es un paso muy importante, Japón seguirá trabajando con Estados Unidos en el traslado”, afirmó Nakatani, citado por la emisora japonesa.
El gobernador Tamaki exigió que todos los ejercicios de la Infantería de Marina se transfirieran a Guam y pidió al Ministerio de Defensa que realizara un trabajo adecuado en ese sentido. Tamaki también expresó su preocupación por la reanudación de los vuelos de los aviones de rotor basculante estadounidenses Osprey sin recibir información completa de la parte estadounidense.
“Como primera etapa del traslado de los marines estadounidenses fuera de la prefectura de Okinawa, ha comenzado el traslado de las primeras 100 personas de Okinawa a Guam.
El traslado se realizará por etapas; hemos confirmado con Estados Unidos que 4.000 personas serán trasladadas de Okinawa a Guam. El gobierno japonés, que ha estado tratando este asunto, ve un gran significado en el hecho de que se haya anunciado el inicio del traslado”, dijo el secretario jefe del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, en una conferencia de prensa en Tokio.
En 2006, Japón y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para aliviar la carga en Okinawa, donde se encuentra el 70 por ciento de las bases estadounidenses, y reubicar a 9.000 marines en Guam y Hawai. De ellos, 4.000 irán a Guam. El sábado, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos anunció el inicio del traslado de los primeros 100 efectivos, que se llevará a cabo durante el próximo año.
El coste del traslado será de 8.600 millones de yenes (57 millones de dólares), de los que Japón pagará 2.600 millones de yenes (17,3 millones de dólares). Los campos de entrenamiento construidos en Guam también estarán a disposición de las Fuerzas de Autodefensa de Japón.