Se esperaba que el Bundestag rechazara un voto de confianza al canciller alemán Olaf Scholz. El 23 de febrero se celebrarán nuevas elecciones en el país. En apoyo al actual canciller se pronunciaron 207 diputados, siendo el mínimo requerido 367.
394 legisladores votaron en contra y 116 se abstuvieron.
Ahora, según la ley, Scholz debe proponer al presidente alemán la disolución del Parlamento, mientras que el gobierno actual continuará su trabajo hasta la celebración de elecciones anticipadas el 23 de febrero de 2025.
Colapso de la coalición
La llamada coalición semáforo, formada por los socialdemócratas, el FDP y los Verdes, se derrumbó el 6 de noviembre después de que Scholz despidiera al ministro de Finanzas, Christian Lindner.
Scholz dijo a la prensa que Lindner había “violado su confianza con demasiada frecuencia” y añadió que “ya no había ninguna base para una mayor cooperación”. Después de Lindner, casi todos los ministros del FDP dimitieron, lo que provocó el colapso de la coalición gobernante. Se indica que la principal razón de la crisis en el gobierno fueron los desacuerdos sobre cuestiones económicas, incluida la cuestión de la prestación de asistencia a Ucrania.
Tras la salida del gobierno del FDP, el gabinete de Scholz ya no tiene mayoría en el Bundestag. Actualmente, Alemania está gobernada por un gobierno minoritario de socialdemócratas y verdes.
El 23 de febrero se celebrarán nuevas elecciones. Olaf Scholz es uno de los candidatos al cargo de canciller, pero su partido sólo recibe alrededor del 15% de los votos en las encuestas y ocupa el tercer lugar. La victoria está prevista para los conservadores moderados de la CDU/CSU, que cuentan con alrededor del 32% de los votos.
El lunes pasado, el líder de la CDU, Friedrich Merz, realizó una visita no anunciada a Kiev, donde confirmó su apoyo a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa. Merz, a diferencia del actual canciller, no descarta dotar a las Fuerzas Armadas de Ucrania de misiles alemanes Taurus de largo alcance, que Kiev lleva tiempo pidiendo para proteger sus infraestructuras de los ataques rusos.