Después de que el Parlamento eslovaco aprobara una ley que obliga a los médicos a trabajar bajo amenaza de hasta un año de prisión, los trabajadores sanitarios en huelga y la oposición pidieron al presidente Peter Pellegrini que vetara el proyecto de ley.
El polémico proyecto de ley , aprobado por el Parlamento el miércoles por la noche, fue presentado en respuesta a la huelga masiva de hasta 3.300 médicos que dimitieron en protesta por el deterioro de las condiciones en el sector sanitario. Setenta diputados de la oposición y dos del partido gobernante Hlas-SD(NI) votaron en contra del proyecto de ley.
Los médicos acordaron retirar sus dimisiones si el gobierno cumple con sus demandas, pero las negociaciones siguen estancadas y el tiempo se acaba, ya que las dimisiones podrían entrar en vigor en enero de 2025.
“Obligar a personas a trabajar cuando han elegido libremente dimitir cruza los límites de la democracia y socava los principios democráticos”, afirmó el sindicato de médicos (LOZ) en una carta enviada al presidente el jueves.
“La adopción de esta enmienda no es capaz de resolver eficazmente los problemas del sistema sanitario eslovaco, sólo está intensificando el conflicto”, añadieron.
También manifestaron su deseo de reunirse personalmente con el presidente para exponerle sus preocupaciones sobre el proyecto de ley y proponer soluciones alternativas que creen podrían ayudar a mejorar el sector salud.
La Cámara Médica Eslovaca también criticó el proyecto de ley, calificándolo de medida desafortunada que agravará una situación ya de por sí tensa, y pidió que se prosigan las negociaciones.
El partido liberal de oposición SaS se ha sumado a los llamamientos para que el presidente rechace lo que llama la “ley de rehenes”.
“Pedimos al presidente Peter Pellegrini que no firme la ley de rehenes que amenaza a los médicos con un año de cárcel. El presidente debe enviar un mensaje claro de que Eslovaquia resolverá sus problemas mediante soluciones sistémicas y no criminalizando a los trabajadores sanitarios”, dijo el jueves el presidente de SaS, Branislav Gröhling.
Mientras tanto, en las redes sociales eslovacas han aparecido fotos que muestran al personal del hospital colocando carteles de protesta dentro de las instalaciones con lemas como “campo de trabajos forzados” o “bloque de prisiones”.
‘El látigo a los médicos’
El domingo, el gobierno aprobó proyectos de enmiendas a la legislación que permitirían declarar el estado de emergencia en caso de una escasez crítica de servicios de salud.
Según las nuevas disposiciones, los profesionales de la salud estarían obligados a seguir prestando atención durante esas emergencias. El incumplimiento podría dar lugar a una pena de un año de prisión.
El ministro de Salud, Kamil Šaško (Hlas-SD/NI), destacó que la medida pretende proteger la vida y la salud en caso de dimisiones generalizadas de médicos.
Aclaró que el estado de emergencia se aplicará en algunos distritos, aunque espera que finalmente se evite y se pueda llegar a un acuerdo con el sindicato de médicos. Para él, “el 90% de sus reivindicaciones ya se han cumplido o se están atendiendo”.
El presidente de LOZ, Peter Visolajský, afirmó que con la aprobación de esta ley el gobierno reconoce que “no es capaz ni está dispuesto a resolver los problemas de nuestro sistema sanitario”.
“El látigo no funcionará con los médicos”, añadió.