La economía alemana se contraerá este año y apenas crecerá en 2025, según las nuevas previsiones del banco central alemán, el Bundesbank.
Se espera que la producción nacional se reduzca un 0,2% este año, por debajo de la predicción del Budensbank de un crecimiento del 0,3%, presentada en junio.
Se estima que en 2025 la producción aumentará apenas un 0,2%, frente al 1,1% previsto anteriormente.
Para 2026 y 2027, el Bundesbank prevé un crecimiento del 0,8% y el 0,9%.
El enfermo de Europa
Mientras otros países sufren altos costos de endeudamiento, la economía de Alemania se encuentra en una situación particularmente mala.
Debido a su antigua dependencia de la energía rusa, el país se vio afectado desproporcionadamente por aumentos en los precios de la energía tras la invasión de Ucrania.
Son varios los factores que dificultan la recuperación del país, entre ellos el envejecimiento de la población, una infraestructura deficiente y una burocracia que perjudica la productividad.
La caída de la economía china también ha afectado el crecimiento en lo que va de año, y el mercado asiático representa un mercado clave para las exportaciones alemanas.
Las exportaciones mundiales de Alemania cayeron más de lo esperado en octubre, según datos publicados también el viernes por la Oficina Federal de Estadística.
Las exportaciones cayeron un 2,8% respecto al mes anterior.
Las exportaciones a China disminuyeron un 3,8% en el mes, las exportaciones a EE. UU. bajaron un 14,2% y las exportaciones a los países de la UE cayeron un 0,7%.
Complicaciones políticas
La agitación política complica la situación económica del país, convocadas elecciones anticipadas en febrero.
La llamada coalición “semáforo” se derrumbó en Alemania el mes pasado cuando el Canciller Olaf Scholz despidió a su Ministro de Finanzas, Christian Lindner, atribuyéndolo a una disputa presupuestaria.
El Budensbank también advirtió el viernes que la política más allá de esto podría afectar a Berlín.
Si el presidente electo Donald Trump cumple su promesa de imponer aranceles a las importaciones estadounidenses, el pronóstico del PIB de Alemania para 2027 podría ser entre un 1,3% y un 1,4% inferior al escenario base.
El modelo analiza un escenario en el que Estados Unidos impone un arancel del 10% a los productos europeos y un impuesto del 60% a las exportaciones chinas.
Es probable que la economía alemana “sufra considerablemente… por un cambio de política estadounidense de este tipo”, según el informe del viernes.
“Su fuerte dependencia de las exportaciones hace que el país sea especialmente vulnerable a la caída de la demanda externa, que se debe a las pérdidas del comercio mundial provocadas por la política comercial restrictiva. La mayor incertidumbre pesa aún más sobre la economía alemana”.
En cuanto a la inflación (IPCA), el Bundesbank prevé solo un ligero descenso el próximo año, desde una media anual del 2,5 % hasta un 2,4 %.
Esto se debe a un aumento temporalmente más pronunciado de los precios de los alimentos y a unas presiones sobre los precios que afectan a los servicios que sólo están disminuyendo lentamente.
El Bundesbank prevé que a partir de 2026 la tasa de inflación “volverá gradualmente” al 2%.