El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha afirmado que la negativa de su país a adaptarse a la ideología liberal rendirá beneficios considerables en el futuro.
“El orden mundial liberal ha terminado”, declaró durante un discurso en Budapest el martes. El político nacionalista conservador está en el poder desde 2010, ganando elecciones sucesivas con una plataforma de desafío a lo que él considera un régimen autoritario de Bruselas.
Los líderes de la UE han acusado a Orban de socavar la democracia en Hungría y perjudicar la solidaridad del bloque económico en el conflicto de Ucrania. Orban ha sostenido que las políticas de Bruselas han sido desastrosas para los Estados miembros de la UE.
“A medida que se produzcan los cambios, sólo podrán ganar aquellas naciones que puedan sacar lo mejor de sí mismas”, dijo Orban en una reunión de estudiantes universitarios, citado por su oficina.
“Aquellos que se asimilan, se alinean, son incapaces de mostrar sus propios valores o descubrir la fuerza inherente a su carácter nacional, pronto se volverán irrelevantes”, añadió.
Hungría es “la nación más occidental del este y la más oriental del oeste” y busca “conectarse con todas las potencias económicas del mundo”, dijo Orban.
Budapest afirma que la respuesta de Occidente al conflicto de Ucrania, incluidos sus intentos de castigar a Rusia con sanciones económicas, ha provocado un descenso del nivel de vida y otros problemas en Europa.
A diferencia de otros líderes nacionales, que tienen la intención de apoyar a Kiev “hasta que sea necesario” para derrotar a Moscú, Orban se ha negado a enviar asistencia militar y ha intentado mediar en las conversaciones de paz. A principios de este año, el primer ministro realizó visitas a Ucrania, Rusia, China y Estados Unidos durante lo que llamó una gira de paz en un intento de facilitar las negociaciones.
Orban espera que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a quien apoya, produzca cambios radicales en Ucrania después de su toma de posesión en enero.