La indigencia en Argentina ha crecido de manera significativa, llegando a afectar a 6 millones de personas, un incremento del 76% en lo que va del año.
Un reciente informe del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que el 49,9% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, lo que equivale a aproximadamente 23 millones de personas, todo esto producto de 365 de política “libertaria” del nuevo mandatario Javier Milei.
Esta cifra representa un aumento de 8 puntos porcentuales desde finales de 2023. La indigencia ha crecido de manera significativa, llegando a afectar a 6 millones de personas, un incremento del 76% en lo que va del año.
Los datos sobre pobreza infantil son igualmente preocupantes, con un 65,5% de los menores de 18 años afectados por la pobreza y un 20% viviendo en condiciones de indigencia.
A pesar de estas cifras alarmantes, el gobierno de Javier Milei celebró una aparente desaceleración de la inflación y el aumento temporal del poder adquisitivo de algunos programas sociales.
Sin embargo, el informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) destaca un recorte del 24% en «programas de transferencias de ingresos». Clásicos como la Beca Progresar y el Programa Potenciar Trabajo han visto reducidos su alcance y poder adquisitivo. La Asignación Universal por Hijo (AUH) ha aumentado un 30%, aunque este incremento se atenúa al considerar la disminución de otras prestaciones y el impacto de la inflación.
La política económica del gobierno ha sido criticada por adoptar un enfoque “anticolectivista”, excluyendo a organizaciones sociales del diseño y la implementación de políticas asistenciales. El clima de estigmatización hacia estas agrupaciones y la criminalización de la protesta social alimentan un contexto de descontento generalizado en la población argentina, quienes cada día están tomando más acciones de calle en rechazo al “Gobierno libertario”.
Recientemente, organizaciones sociales y piqueteras han organizado protestas, incluido un acampe en La Matanza bajo el lema «Por una Navidad sin hambre», demandando una atención urgente a la crítica situación de pobreza en el país y expresando su rechazo a la gestión de Milei.