El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha asegurado desde los ocupados Altos del Golán que la caída del régimen del presidente sirio Bashar al Assad, considerado un “eslabón central” en el llamado ‘eje del mal’, es “resultado directo” de los ataques de las fuerzas israelíes a Irán y el partido-milicia chií Hezbolá.
“Esto ha creado una reacción en cadena en todo Oriente Próximo en aquellos que quieren liberarse de regímenes de opresión y dictadura”, ha sentenciado Netanyahu, acompañado del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, según ha recogido el diario ‘Haaretz’.
El primer ministro, que ha visitado las tropas desplegadas en los Altos del Golán, ha resaltado que la “histórica” caída de Al Assad crea “importantes oportunidades para el Estado de Israel”, si bien ha alertado de que también puede conllevar “riesgos”. “Trabajamos ante todo para proteger nuestra frontera”, ha argüido.
El Ejército de Israel ha anunciado este mismo domingo que ha desplegado fuerzas adicionales en los Altos del Golán tras la caída de la capital de Siria, Damasco, anunciada por las fuerzas rebeldes encabezadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus facciones aliadas.
El despliegue está siendo coordinado con la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación, también conocida como FNUOS, una misión internacional de mantenimiento de la paz desplegada en los Altos del Golán sirios desde 1974.
Los Altos del Golán son un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kipur (1973) y que se anexionó de forma efectiva en 1981, un movimiento no reconocido por parte de la comunidad internacional.