Tras ser testigos de los acontecimientos mundiales desde el 11 de septiembre en Irak y Afganistán hasta los conflictos armados en Gaza y Líbano, la nueva generación no quiere aceptar el trabajo porque los servicios de inteligencia “no están haciendo ningún bien”, informó ABC News, citando a un ex agente del MI6.
En un intento desesperado por atraer a los jóvenes para que acepten el trabajo, el Servicio de Inteligencia Secreto ha flexibilizado las normas de reclutamiento para los ciudadanos con padres nacidos en el extranjero que quieran unirse a las agencias de seguridad y ha lanzado una campaña en las redes sociales que intenta “humanizar la experiencia de los trabajadores jóvenes para persuadir a los millennials desilusionados a que se postulen”, señaló el medio.
Mientras tanto, los jóvenes australianos están más preocupados por el cambio climático, que consideran “una amenaza mayor para el país que las naciones hostiles”, añade el informe.