El ejército sirio ha anunciado su retirada de la ciudad central de Hama después de feroces combates con militantes islamistas.
En un comunicado emitido en Facebook, el Comando General del Ejército y de las Fuerzas Armadas indicó que durante los últimos días, las tropas del país han “librado feroces batallas” para repeler y frustrar los “violentos y sucesivos” ataques lanzados por los yihadistas.
Sin embargo, la intensificación de los combates y el creciente número de muertos han obligado al ejército a redistribuir y reposicionar sus unidades, se lee en el comunicado.
La decisión se tomó para “preservar las vidas de los civiles” y no involucrarlos en batallas, subrayó.
Damasco también afirmó que los militantes sufrieron “fuertes pérdidas” en sus filas durante la lucha.
El ejército confirmó que “continuará cumpliendo con su deber nacional de recuperar las zonas en las que han ingresado organizaciones terroristas”.
Hama está ubicada estratégicamente en el centro de Siria, a unos 200 kilómetros de la capital, Damasco; también está aproximadamente a 50 kilómetros de la ciudad de Homs.
Los combates alrededor de Hama han sido particularmente feroces, según informes de los medios, desde que el grupo terrorista Hayat Tahrir-al-Sham (HTS) (anteriormente Jabhat al-Nusra) y sus aliados lanzaron un ataque sorpresa a gran escala en la parte noroeste del país la semana pasada.
Hayat Tahrir-al-Sham, que se traduce como “Organización para la Liberación del Levante” y es comúnmente conocida como HTS, es considerada una organización terrorista por Siria, Rusia, Irán, Estados Unidos y otros países.
Los insurgentes han hecho retroceder a las fuerzas gubernamentales y han capturado importantes porciones de territorio en las provincias de Alepo e Idlib. Alepo, la segunda ciudad más grande del país, estaba bajo el control del gobierno sirio desde 2016.
El ataque islamista de la semana pasada fue el primer enfrentamiento importante entre fuerzas yihadistas y del gobierno sirio desde marzo de 2020, cuando Rusia y Turquía mediaron un alto el fuego en el país.
Moscú dijo el miércoles que Rusia, Irán y Turquía estaban en “estrecho contacto” sobre la escalada en Siria.
Moscú intervino en el conflicto sirio en 2015 y contribuyó a infligir duras derrotas a numerosos grupos terroristas, en particular Al Nusra y el Estado Islámico (EI, antes ISIS). Rusia mantiene una importante presencia militar en el país y tiene bases militares en Hmeimim y Tartus.
Human Rights Watch advirtió el miércoles que los intensos combates en Siria entre las fuerzas gubernamentales y los yihadistas “generan preocupación por el riesgo real que corren los civiles de sufrir graves abusos”.