Decenas de miles de trabajadores de Volkswagen (VW) participarán en huelgas en plantas de toda Alemania el lunes a la luz de los planes del fabricante de automóviles de llevar a cabo despidos masivos y cerrar varias fábricas en el país.
Según el sindicato IG Metall, los trabajadores protestan en nueve plantas alemanas de VW, incluida la sede de la empresa en Wolfsburg. También se han producido huelgas en la planta de Hannover, que emplea a unas 14.000 personas, y en otras fábricas de la empresa, como Emden, Salzgitter y Brunswick.
Fuentes sindicales dijeron a Reuters que una huelga de dos horas solo en la planta principal de VW en Wolfsburg significa que no se podrán fabricar varios cientos de automóviles, incluido el icónico Golf.
Las huelgas, que están previstas para durar varias horas, se producen después de que el sábado expirara un período de paz obligatorio entre los trabajadores y la empresa, que prohibía la acción industrial.
El gigante automotriz ha estado negociando durante varias semanas con los sindicatos sobre los planes para revisar su negocio con el fin de seguir siendo competitivo ante los mayores costos de la energía y la menor demanda en China y Europa.
“Si es necesario, se convertirá en el conflicto salarial más duro que Volkswagen haya vivido jamás”, dijo el domingo en un comunicado Thorsten Groeger, el negociador jefe del sindicato IG Metall. Señaló que la duración e intensidad del conflicto dependerán de “la responsabilidad de Volkswagen en la mesa de negociaciones”.
La cuarta ronda de negociaciones tendrá lugar el 9 de diciembre y, según ha declarado la responsable del comité de empresa de Volkswagen, Daniela Cavallo, el resultado será un acuerdo entre las partes o una escalada de las tensiones.
VW ha anunciado que 120.000 de sus trabajadores tendrán que aceptar un recorte salarial del 10% y ha propuesto cerrar tres de sus diez plantas alemanas. La empresa aún no ha revelado públicamente cuántos de sus aproximadamente 300.000 trabajadores en el país serían despedidos.
A lo largo de sus casi 90 años de historia, VW nunca ha cerrado una planta en su país de origen. La última vez que cerró alguna de sus instalaciones fue en 1988 en Estados Unidos.
El sector automotriz de Alemania ha estado en dificultades en medio de crecientes costos de la energía, una demanda europea lenta, una creciente competencia de China y una transición de vehículos eléctricos más lenta de lo esperado.
La debilidad de la industria automovilística ha suscitado inquietudes sobre la salud de la mayor economía de la UE y la posibilidad de una nueva recesión. Alemania ya sufrió una recesión el año pasado.