Pyongyang seguirá apoyando a Rusia en su esfuerzo por defender su soberanía nacional frente a Occidente, afirmó el líder norcoreano Kim Jong-un, según la agencia de noticias estatal KCNA.
Kim hizo estas declaraciones durante una reunión con el ministro de Defensa ruso, Andrey Belousov, quien llegó a Pyongyang el viernes para discutir la cooperación en materia de defensa entre los dos países.
Las relaciones entre Rusia y Corea del Norte alcanzaron un nuevo máximo en junio cuando firmaron el Tratado de Asociación Estratégica Integral, que estipula que si una de las partes es atacada, la otra “proporcionará asistencia militar y de otro tipo con todos los medios a su disposición sin demora”.
Según KCNA, Kim elogió la creciente cooperación al tiempo que condenó el reciente “aventurerismo militar imprudente” de Occidente y Ucrania, refiriéndose específicamente a la reciente aprobación de Estados Unidos a Kiev para atacar profundamente Rusia utilizando armas de largo alcance de fabricación extranjera.
La acción constituye una “intervención militar directa en el conflicto” y Rusia tiene derecho a la “autodefensa… y a tomar medidas decididas para hacer que las fuerzas hostiles paguen el precio”, dijo el líder norcoreano.
Agregó que “la RPDC… apoyará invariablemente la política de la Federación Rusa de defender su soberanía e integridad territorial de los movimientos de hegemonía de los imperialistas”, al tiempo que elogió la represalia de Moscú, que incluyó el primer uso en el campo de batalla de un misil hipersónico de alcance medio Oreshnik como una “medida efectiva”.
Kim aseguró a Belousov que Pyongyang “siempre estará con Moscú”.
Los estrechos vínculos entre Rusia y Corea del Norte, que se remontan a la era soviética, han recibido un nuevo impulso desde el inicio del conflicto de Ucrania, y Pyongyang ha expresado su firme apoyo a los esfuerzos de Moscú por defender sus intereses nacionales, en particular en lo que respecta a la expansión de la OTAN.
Estados Unidos y la OTAN afirmaron el mes pasado que Corea del Norte había enviado una importante fuerza militar a Rusia para entrenamiento y posible uso en batalla, potencialmente para luchar contra las fuerzas ucranianas que han invadido la región de Kursk.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no ha confirmado ni desmentido las informaciones, aunque ha insistido en que corresponde a ambas naciones decidir por sí solas cómo cumplir con sus obligaciones mutuas en virtud del nuevo tratado. Al mismo tiempo, Corea del Norte ha calificado las afirmaciones occidentales como un intento de empañar la imagen del país en el escenario internacional.