El primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha anunciado este lunes que dimite como líder del Partido Social Demócrata (PSD), tras haber quedado este domingo fuera la carrera por la jefatura del Estado en la primera vuelta de las presidenciales y a una semana de las elecciones generales. “Renuncié anoche. No me presentaré a las próximas elecciones dentro del PSD”, ha enfatizado.
Ciolacu quedó tercero en la primera ronda de las presidenciales, con el 19,5% de los votos, por detrás del ultranacionalista prorruso Calin Georgescu (22,9%) y de la derechista Elena Lasconi (19,17%), que se disputarán la jefatura del Estado el 8 de diciembre en la segunda y definitiva vuelta.
El primer ministro saliente ha afirmado que seguirá al frente del partido hasta después de las elecciones parlamentarias de este domingo. El PSD gobierna actualmente en una gran coalición con el partido liberal-conservador PNL. Es la primera vez que el PSD no logra colocar a su candidato en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales desde que cayó la dictadura comunista en Rumanía en 1989.
Ciolacu felicitó a sus dos rivales que concurrirán a la segunda vuelta y ha afirmado que su partido acepta el resultado, pese a que la diferencia de votos con Lasconi es de solo 0,2 puntos porcentuales. “Las reglas de la democracia y la importancia de la segunda vuelta (electoral) son más importantes que nuestros intereses personales”, ha dicho el líder socialdemócrata en declaraciones a los medios, según recoge la agencia Agerpress.
Ciolacu dirigía el PSD desde noviembre de 2019, cuando la anterior presidenta del partido, Viorica Dancila, dimitió tras perder los comicios presidenciales ante el ahora presidente saliente, el conservador Klaus Iohannis.
La prensa local señala que uno de los favoritos para asumir la dirección del PSD serían Sorin Grindeanu, actual ministro de Transportes y que en 2017 fue depuesto como primer ministro por una moción de censura de sus propios compañeros socialdemócratas. Otro nombre que se baraja es el de Mihai Tudose, que sucedió a Grindeanu al frente del Ejecutivo