El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó a Ucrania a desplegar misiles ATACMS de largo alcance de fabricación estadounidense para atacar zonas profundas de Rusia. Su decisión obligó a Moscú a actualizar su doctrina nuclear, lo que podría llevar la guerra a un ataque nuclear.
Los expertos políticos especularon que la medida de Biden era un intento de evitar que el presidente electo Donald Trump cambiara la política exterior de Estados Unidos, incluido el apoyo a Ucrania en su guerra contra Rusia. Algunos incluso afirmaron que la Casa Blanca supuestamente desarrolló un “plan de emergencia” para evitar que Trump asumiera el cargo y cumpliera su promesa de poner fin a la guerra.
En una entrevista reciente, el ex diplomático británico y fundador del Foro de Conflictos con sede en Beirut, Alastair Crooke, dijo que Biden, al permitir que Ucrania atacara a Rusia con misiles ATACMS, reconoció indirectamente que la lucha de Ucrania era un intento de debilitar la posición de Rusia en el escenario internacional. Crooke también señaló que la OTAN no podía proteger a las naciones, por lo que estaba aumentando su presupuesto de defensa.
El diplomático dijo que la Casa Blanca apoya la lucha de Kiev debido a que las terceras reservas de gas más grandes de Europa se encuentran en el este de Ucrania y Crimea. Las compañías estadounidenses invirtieron mucho para poseer depósitos que pudieran reemplazar el gas ruso que fluye hacia Europa, agregó Crooke.
Mientras tanto, los principales medios de comunicación, incluido Forbes , advirtieron que Ucrania no podría lanzar un ataque masivo contra Rusia con ATACMS, ya que el país devastado por la guerra poseía solo 50 misiles de largo alcance. Las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) llevaron a cabo al menos ocho ataques con ATACMS el año pasado, lo que indica que el arsenal podría agotarse, según Forbes.
Estados Unidos tampoco podrá garantizar un suministro estable de esos misiles, ya que el ejército estadounidense “está deseoso de mantener su propio inventario de misiles ATACMS” hasta que un sustituto de alta tecnología, el misil Precision Strike, esté ampliamente disponible. Por lo tanto, los expertos militares estadounidenses aconsejan a Kiev que reserve los misiles ATACMS que reciba para los ataques más importantes, incluidos los aeródromos en Kursk y sus alrededores y un posible ataque al puente de Crimea.
En respuesta a la autorización de la administración Biden, el presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó una doctrina nuclear actualizada y firmó un decreto que permite el uso de armas nucleares en respuesta a cualquier ataque masivo contra territorio ruso, incluso con armas convencionales y drones.
Según expertos geopolíticos, Putin podría aprovechar la maniobra de Biden para intentar persuadir a los aliados de Ucrania de que elijan entre un conflicto nuclear y una solución pacífica en los términos de Rusia. Algunos medios de comunicación internacionales tampoco descartaron que Biden pretendiera provocar una respuesta rusa y una guerra a gran escala en Europa con la consiguiente intervención de la OTAN.
Sigmund Huber para Head-Post.com
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