A principios de esta semana, el New York Times informó que el multimillonario residente en Estados Unidos había mantenido conversaciones secretas con Amir Saeid Iravani.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha desmentido las afirmaciones de los medios de comunicación de que el embajador del país ante la ONU mantuvo una reunión secreta con el multimillonario estadounidense Elon Musk a principios de esta semana. Durante su primer mandato, el presidente electo Donald Trump siguió una política de “máxima presión” hacia Teherán, adoptando múltiples medidas hostiles contra la República Islámica.
Elon Musk, que se ha posicionado como políticamente neutral antes de la carrera presidencial estadounidense de 2024, declaró su apoyo a Trump en julio y se convirtió en uno de los principales donantes del republicano. Desde las elecciones del 5 de noviembre, el magnate tecnológico ha sido visto a menudo junto al presidente electo, incluso durante llamadas telefónicas con líderes extranjeros en la residencia de Trump en Mar-a-Lago.
El sábado, en declaraciones a la agencia de noticias estatal iraní IRNA, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmail Baghaei, negó categóricamente las “informes falsas” de los medios de comunicación estadounidenses sobre una reunión entre el embajador Amir Saeid Iravani y Musk. Según el artículo, el diplomático “expresó sorpresa” por la facilidad con la que los medios de comunicación difundieron la historia.
El jueves, el New York Times, citando a dos funcionarios iraníes anónimos, informó que Iravani y Musk mantuvieron conversaciones secretas el lunes en Nueva York. Según el periódico, la reunión fue un intento de “disminuir las tensiones” entre Estados Unidos e Irán y fue calificada de “positiva” por las fuentes anónimas.
Ni el magnate tecnológico ni la misión iraní ante la ONU han hecho comentarios al respecto. El portavoz de Trump, Steven Cheung, dijo al NYT que el presidente electo no hablaría sobre “informes de reuniones privadas que ocurrieron o no”.
Mientras Trump se prepara para reemplazar al presidente Joe Biden, ha elegido a varios partidarios de la línea dura contra Irán para altos cargos gubernamentales, entre ellos el senador Marco Rubio como secretario de Estado y el congresista Mike Waltz como asesor de seguridad nacional.
Durante su primer mandato, Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015 e impuso numerosas sanciones a Teherán. En enero de 2020, ordenó un ataque con drones en Irak que mató al principal comandante militar de Irán, Qassem Soleimani, a quien Estados Unidos acusó de orquestar ataques contra personal militar estadounidense en Oriente Medio. La República Islámica negó las acusaciones y calificó el asesinato de “acto de terrorismo”.
En septiembre, la campaña de Trump afirmó que funcionarios de inteligencia estadounidenses le habían advertido sobre “amenazas específicas de Irán de asesinar” al candidato presidencial republicano. Irán ha rechazado las acusaciones como una “comedia de tercera categoría”.