El ministro palestino de Salud, Majed Abu Ramadan, calificó de catastrófica la situación sanitaria que vive hoy Gaza tras más de un año de ataques diarios del Ejército israelí, que causaron allí más de 43 mil 700 muertos.
La agresión afectó a todos los hospitales y centros médicos de ese territorio, muchos de los cuales fueron destruidos o dañados, denunció el funcionario al intervenir en la séptima edición de la Cumbre Mundial de Innovación para la Salud, celebrada en Qatar, según la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
Señaló que apenas unas pocas instalaciones funcionan de forma parcial luego de los ataques y criticó la falta de combustible y suministros sanitarios, los asesinatos de cientos de empleados del sector y la dificultad para llegar a esos centros debido a las órdenes de desplazamientos continuos.
Renovamos nuestro llamado al mundo y en especial a las organizaciones de salud y de derechos humanos para presionar a Israel con el fin de detener esta escalada de violencia, resaltó.
El ministro recalcó la gravedad de las condiciones sanitarias en Gaza, afectada también por la falta de agua potable y la propagación de enfermedades, incluida la poliomielitis.
Al respecto, recordó que Palestina no reportó casos de polio durante más de 30 años y condenó las acciones adoptadas por las tropas israelíes que impidieron, en algunas zonas, completar una reciente campaña de vacunación del gobierno palestino en cooperación con la ONU y organizaciones no gubernamentales internacionales.
La agresión continua causó el asesinato de empleados que trabajan en organizaciones humanitarias internacionales, cuestionó Abu Ramadan, quien condenó al vecino país por “la violación sin precedentes de las normas y derechos internacionales”.