Las autoridades de China han informado este martes de que al menos 35 personas han muerto y otras 43 han resultado heridas por el atropello múltiple perpetrado el lunes por la tarde en un centro deportivo de la ciudad de Zhuhai, en la provincia de Cantón, situada en el sureste de China.
El Departamento de Seguridad Pública de Zhuhai ha confirmado en un comunicado que a pesar del gran despliegue policial organizado en la zona poco después de que se conocieran las primeras informaciones del atropello, los equipos de emergencias no han logrado salvar la vida a muchas de las víctimas.
Decenas de heridos han sido trasladados a varios hospitales de la zona, donde se encuentran recibiendo tratamiento médico. Asimismo, las fuerzas de seguridad han logrado detener al conductor del vehículo, un hombre de 62 años identificado como Fan.
Según estas informaciones, Fan atravesó la puerta del polideportivo con un todoterreno y se abrió paso hasta el interior, donde atropelló a una multitud antes de darse a la fuga. Posteriormente y antes de su arresto, el sospechoso se infligió varias heridas en el cuello con un arma blanca, por lo que ha sido trasladado a un hospital en estado grave.
Las fuerzas de seguridad han explicado que el detenido se desmayó tras provocarse las lesiones y no ha podido ser interrogado de momento. No obstante, la Policía ha abierto ya una investigación al respecto y ha comenzado a recabar testimonios.
El presidente del país, Xi Jinping, ha lamentado lo sucedido y ha instado a “tomar todas las medidas necesarias para tratatr a los heridos y ayudar a las familias y allegados que han perdido a sus seres queridos”. “Debemos castigar severamente al asesino de acuerdo con la ley”, ha dicho.
“Todas las regiones y departamentos relevantes deben aprender grandes lecciones de lo sucedido y mejorar sus sistemas de prevención, control y resolución de conflictos, además de evitar casos extremos como este. Tenemos que hacer todo lo posible por proteger las vidas de la gente y la estabilidad social”, ha aseverado, según ha recogido la agencia estatal de noticias Xinhua.
Las instrucciones dadas por Xi incluyen el envío de un grupo de trabajo a la zona para supervisar la situación. Por su parte, el primer ministro, Li Qiang, ha dispuesto todas las medidas necesarias para aumentar los recursos destinados a los heridos y a las fuerzas de seguridad que investigan el caso.