El canciller Olaf Scholz exigió un debate tranquilo entre las facciones enfrentadas de Alemania sobre la fijación de la fecha para una elección anticipada para sacar al país de una crisis política.
En declaraciones a los periodistas en Budapest, Scholz pidió a los partidos que primero se pongan de acuerdo sobre qué legislación podría aprobarse en lo que queda del parlamento actual, pero negó estar intentando imponer su propia agenda política retrasando la celebración de elecciones.
Scholz ha sugerido celebrar un voto de confianza en su gobierno en enero, allanando el camino para unas elecciones anticipadas en marzo, pero la oposición conservadora liderada por Friedrich Merz quiere unas elecciones en enero.
La mayor economía de Europa quedó sumida en el caos esta semana con el colapso de la triple coalición de Scholz y los desacuerdos sobre cuánto dinero debería gastar el gobierno para estimular el crecimiento y apoyar a Ucrania.
El colapso llega en un momento difícil para Alemania, ya que su economía enfrenta un segundo año de contracción, sus empresas temen una pérdida de competitividad y aumentan los desafíos en materia de política exterior, desde la reelección de Donald Trump hasta una guerra arancelaria con China.
Mientras los partidos tomaban posiciones, el vicecanciller Robert Habeck, del partido Verde, dio el pistoletazo de salida a su propia candidatura a canciller. Mientras tanto, Merz criticó a Scholz como “irresponsable” por retrasar una votación.
“Deberíamos discutir la fecha con la mayor calma posible. Sería bueno que los grupos democráticos del Bundestag pudieran llegar a un acuerdo sobre qué leyes se pueden aprobar todavía este año”, dijo Scholz al margen de una cumbre de la UE.
“Este acuerdo podría responder también a la pregunta de cuándo es el momento adecuado para celebrar el voto de confianza en el Bundestag, también con respecto a la posible fecha de nuevas elecciones”.
INTENCIONES DE VOTO
Scholz se reunió con líderes en Budapest para discutir la respuesta de Europa a una serie de cuestiones, incluido el regreso de Trump al poder.
Cuando se le preguntó cómo veían otros líderes el colapso de su coalición, Scholz dijo que habían mostrado solidaridad y contado sus propias experiencias de formación de coaliciones.
Scholz también desestimó una burla del aliado de Trump y propietario de X, Elon Musk, quien se había referido a él en la plataforma esta semana, en alemán, como un “tonto” por el colapso de la coalición. Scholz dijo que no había hecho caso porque “el mundo en el que vivimos no es uno en el que las empresas de Internet sean órganos estatales”.
La coalición de Scholz se derrumbó el miércoles cuando anunció la destitución de su ministro de Finanzas, Christian Lindner, del partido Demócratas Libres (FDP), que junto con los Verdes y los Socialdemócratas (SPD) de Scholz están en el poder desde 2021.
Según un sondeo de opinión, el Politbarómetro de ZDF, la mayoría de los alemanes quieren que se celebren elecciones lo antes posible. El 84% opina que es una buena idea adelantar las elecciones, mientras que el 13% opina lo contrario, según se indica en el sondeo.
El propio Scholz podría enfrentarse a peticiones de que renuncie como candidato de su partido para permanecer como canciller.
Otra encuesta realizada por Forsa para RTL/ntv indica que la mayoría de los votantes, el 57%, quiere que el ministro de Defensa, Boris Pistorius, se presente como candidato, mientras que sólo el 13% prefiere a Scholz. La mayoría de los votantes del SPD tampoco quieren que se presente como candidato.
Habeck, de 55 años, ha sido una figura central en la política energética y climática de Alemania como ministro de Economía y Protección del Clima, y ha sido un firme defensor de la relajación de las restricciones fiscales de Alemania para apoyar a la industria.
Merz podría enfrentar presiones si Scholz logra pintarlo como alguien que bloquea la legislación en el período previo a las elecciones.
Si la oposición CDU/CSU rechaza la legislación del gobierno al finalizar el parlamento, demostraría que Scholz ha perdido toda perspectiva de una mayoría viable si no logra que se apruebe nada, según una nota de Teneo.
“Esto podría permitir a Scholz culpar a la CDU/CSU –junto con el recientemente destituido FDP– por su historial de votación en políticas específicas y por su irresponsabilidad general en un momento de mayores riesgos políticos a nivel nacional e internacional”, afirmó.
Otra víctima de la crisis fue Michael Link, el coordinador transatlántico de Alemania, que había cultivado vínculos con republicanos y demócratas antes de las elecciones.
Link, del FDP, confirmó su salida el viernes.
“En colaboración con la futura administración Trump, necesitamos un gobierno que represente con confianza los intereses alemanes y europeos”, dijo Link a Reuters. “Como FDP ya no podemos apoyar el programa poco ambicioso del canciller Scholz”.