Friday, November 22, 2024
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Fondo de Solidaridad de la Unión Europea : Por qué la ayuda en caso de catástrofe en Europa suele llegar demasiado tarde

El Fondo de Solidaridad de la UE se creó para brindar asistencia rápida en caso de catástrofes, pero para muchos de los afectados, como Klaus Feuser, esa ayuda suele estar fuera de su alcance, bloqueada por la burocracia y los límites presupuestarios.

En la idílica pero animada ciudad de Bad Neuenahr, en Alemania, Klaus Feuser observa lo que queda de sus cinco restaurantes que antaño eran prósperos.

Más de tres años después de las devastadoras inundaciones que cambiaron vidas y el propio paisaje en el valle del Ahr, las cicatrices aún son visibles.

“Adondequiera que se mire, parece que fue ayer”, lamenta Feuser. Los daños que aún persisten son un claro indicio de la fuerza de la inundación y de la lentitud de la reconstrucción.

La historia de Klaus Feuser refleja los desafíos más amplios que enfrenta la UE mientras lidia con la realidad de los desastres naturales que ocurren cada vez con mayor frecuencia (desde inundaciones hasta incendios forestales) y que están poniendo a prueba los mecanismos existentes de socorro y recuperación.

Desde su última revisión en 2014, el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE) ha sido criticado por su alcance limitado y su lento desembolso, que a menudo no satisface las necesidades inmediatas de las comunidades afectadas. El fondo tiene por objeto restaurar infraestructuras vitales y apoyar la reconstrucción.

Desafíos y limitaciones financieras del Fondo de Solidaridad de la UE

El Fondo de Solidaridad de la UE (FSUE), creado en 2002, se enfrenta a cada vez más críticas, principalmente debido a sus limitaciones financieras y a su ineficiencia. En su día fue un faro de esperanza para las regiones europeas afectadas por catástrofes.

El aumento de los desastres relacionados con el clima ha puesto en peligro la estructura financiera actual del Fondo. Su presupuesto anual de 500 millones de euros se considera insuficiente, por lo que los responsables políticos y las comunidades afectadas piden una revisión radical de los mecanismos financieros del Fondo.

En un informe de Evaluación Europea del Riesgo Climático publicado a principios de este año, Julie Berckmans, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, pidió una reforma del Fondo, entre otras recomendaciones.

Berckmans destacó a Euronews que los recursos del fondo se agotan cada año debido a la cantidad y la magnitud de los fenómenos climáticos. “Según las previsiones, los daños causados ​​solo por las inundaciones costeras podrían ascender a un billón de euros al año a finales de siglo”, explicó.

Stefan Appel, responsable de la Unidad de Instrumentos Financieros de la Comisión Europea, coincide con esta opinión. En su opinión, los recursos financieros del FSUE son insuficientes cuando se producen varias catástrofes simultáneamente.

En 2021 y 2022, las inundaciones en varios países de la UE superaron las asignaciones presupuestarias del Fondo, lo que provocó recortes en la ayuda financiera proporcionada. Por regla general, el FSUE solo puede cubrir hasta el 6 % de los daños totales causados. Los 612,6 millones de euros que recibió Alemania corresponden a alrededor del 1,5 % de los 40 500 millones de euros estimados en daños.

“Tuvimos que recortar el apoyo porque no había suficiente dinero”, dijo Appel a Euronews.

Falta de transparencia y regulación

Según Appel, el Fondo de Solidaridad de la UE no está diseñado para ser un fondo de emergencia, sino más bien un mecanismo de solidaridad sujeto a procedimientos administrativos complejos.

“Aunque todo transcurra sin problemas, pasan al menos cuatro meses desde la solicitud hasta el desembolso”, explicó. Esta demora, agravada por los procesos de evaluación necesarios para autorizar los fondos, suele estar en contradicción con las necesidades financieras inmediatas que surgen tras los desastres.

La complejidad burocrática del FSUE no sólo ralentiza el proceso de desembolso, sino que también complica la transparencia y la rendición de cuentas.

La “gestión compartida” del Fondo significa que, si bien se establece el marco de la UE, la implementación real la gestionan las autoridades nacionales y regionales.

Esto puede dar lugar a importantes diferencias en la forma de utilizar y comunicar los fondos, lo que suele frustrar a los beneficiarios locales, como el propietario del restaurante Klaus Feuser. “Cuando se proporcionan fondos, no tenemos ni idea de a dónde van”, explica a Euronews.

Este problema de transparencia se vuelve aún más grave cuando los fondos se desvían o se retienen en niveles superiores del gobierno, como en un escándalo reciente descubierto en Alemania.

En julio de 2023 se reveló que 612,6 millones de euros destinados a las víctimas de las inundaciones en regiones como Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia no habían sido transferidos a los municipios afectados, sino que permanecieron en el presupuesto federal.

Esta mala asignación de fondos provocó duras críticas por parte de las autoridades locales y regionales y reveló una brecha sustancial entre la asignación de fondos de la UE y las necesidades reales sobre el terreno.

Stefan Appel, de la Comisión Europea, también reconoce estos retos: “Es lamentable que la gente no tenga claro a dónde va el dinero”. Para él, esto pone de relieve la urgente necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en el manejo del FSUE.

Las recientes inundaciones en Alemania, Italia y España demuestran lo crucial que es el Fondo de Solidaridad de la UE para la gestión de crisis en Europa. Tras las graves inundaciones que azotaron Baviera, Baden-Württemberg y el Valle de Aosta en mayo y junio de este año, la Comisión puso a disposición 116 millones de euros como respuesta. De esa cantidad, unos 112 millones se destinarán a Alemania y algo menos de 4 millones a Italia.

Las regiones de Emilia-Romaña y Toscana, afectadas por graves inundaciones el año pasado, también reciben ayudas, pero estas sumas representan solo una fracción de los miles de millones de dólares en daños causados.

Actualmente España también está esperando que se le preste apoyo.

Las elecciones europeas de este año ofrecen un rayo de esperanza

Las elecciones europeas de este año ofrecieron motivos para el optimismo respecto de que las reformas al Fondo de Solidaridad podrían ser inminentes.

De hecho, una reciente resolución adoptada por los eurodiputados pidió una ampliación del presupuesto del FSUE para fortalecer la resiliencia de Europa ante los desastres relacionados con el clima.

“Necesitamos seguir desarrollando una estructura para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos”, afirmó Elisa Ferreira, Comisaria de Cohesión y Reformas de la UE. “El Fondo de Solidaridad es una señal poderosa de la unidad europea, y la gente de las regiones afectadas puede contar con este apoyo”.

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