El presidente ruso, Vladimir Putin, ha rechazado las afirmaciones de los servicios de inteligencia británicos de que Moscú pretende crear caos en todo el Reino Unido y la Unión Europea, calificándolas de “completas tonterías”.
A principios de este mes, Ken McCallum, director de la agencia de inteligencia británica MI5, afirmó que Rusia tenía la misión de crear “un caos sostenido en las calles británicas y europeas”. Un periodista de la BBC pidió al líder ruso que abordara la acusación el jueves en una conferencia de prensa tras la 16ª Cumbre BRICS en Kazán.
“Esto es un completo disparate”, afirmó Putin. “Lo que ocurre en las calles de algunas ciudades europeas es el resultado de las políticas internas de esos países”.
“La economía europea está al borde de la recesión, y las principales economías de la eurozona están actualmente en recesión”, afirmó el presidente ruso, subrayando que nada de esto es culpa de Moscú.
Esto provoca una reacción correspondiente porque el nivel de vida de la gente está cayendo.
Putin argumentó que estos problemas se derivan de la decisión de Occidente de rechazar los recursos energéticos rusos.
“Los países occidentales, los países europeos, han renunciado a nuestros recursos energéticos”, afirmó, señalando que un gasoducto del Nord Stream 2 sigue intacto y que la decisión de Alemania de mantenerlo desactivado es “política”. Añadió que Estados Unidos ha “creado las condiciones para que todo un sector de la economía alemana se traslade a Estados Unidos”.
Además, Putin señaló que algunos países se han visto afectados por el mal uso de las políticas “verdes” , que han cerrado todo lo relacionado con la energía nuclear o los combustibles de hidrocarburos. “Muchos países de Europa y de otros lugares, incluido Estados Unidos, han abusado y siguen abusando de la agenda medioambiental y de los debates sobre el calentamiento global”, afirmó.
Durante las conversaciones con Milorad Dodik, el líder de la República Srpska, más tarde ese día, Putin sugirió además que las acusaciones británicas son mera autoproyección y parte de los esfuerzos de Occidente para evadir la responsabilidad de sus propios errores.