El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, llegó a Kiev en una visita inesperada el lunes mientras el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, presionaba a sus socios occidentales para que aceptaran su propuesta de “plan de victoria”.
La visita, horas después de un ataque con un dron ruso a la capital ucraniana, muestra “que Estados Unidos, junto con la comunidad internacional, sigue apoyando a Ucrania”, dijo el jefe de Defensa en la plataforma social X.
Esto también ocurre en un momento en que Ucrania enfrenta dificultades para contener una feroz campaña rusa a lo largo del frente oriental que está obligando gradualmente a las fuerzas de Kiev a ceder una serie de ciudades, pueblos y aldeas.
Zelensky está instando a los aliados occidentales a apoyar su “plan de victoria” para poner fin a la guerra de casi tres años, que es el mayor conflicto de Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha costado decenas de miles de vidas en ambos lados, incluidos muchos civiles.
En un discurso en vídeo el domingo por la noche, Zelenskyy dijo que su plan había obtenido el respaldo de Francia, Lituania, los países nórdicos y “muchos otros aliados” de la Unión Europea, a quienes no nombró.
Su estrategia incluye una invitación formal para que Ucrania se una a la OTAN y permiso para usar misiles occidentales de largo alcance para atacar objetivos militares en Rusia, medidas que los aliados de Kiev se han negado previamente a apoyar.
Dado que Estados Unidos es el mayor proveedor militar de Ucrania, se esperaba que Austin discutiera el plan con funcionarios ucranianos en Kiev.
Zelensky ha dicho que recibió “señales muy positivas de Estados Unidos”, pero no ha llegado a decir que ha conseguido el respaldo de Washington al plan.
Durante toda la noche se oyeron disparos de ametralladoras y el ruido de los motores de los drones en el centro de Kiev.
Los restos de drones causaron daños menores a la infraestructura civil en tres distritos de la ciudad, según las autoridades.