La cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas el jueves fue la primera desde que Israel expandió su ofensiva al sur del Líbano terminó con reiterados llamados a la desescalada en Medio Oriente, la liberación de los rehenes israelíes retenidos en Gaza y la condena de los recientes ataques de Israel contra las fuerzas de paz de la ONU.
Pero según fuentes diplomáticas, las posturas de los líderes sobre las operaciones de Israel -antes profundamente divididas- han comenzado a converger desde que las fuerzas israelíes expandieron su ofensiva al sur del Líbano, apuntando a las tropas de paz de la ONU de la UNIFIL, que incluyen personal de 16 países de la UE.
“La actitud de Israel es cada vez menos aceptable para los líderes de la UE en la sala”, según un funcionario de la UE cercano a las discusiones entre los líderes.
“Estamos viendo que las posiciones sobre la operación de Israel se están estrechando o convergiendo, mientras que antes estaban polarizadas”, dijo una fuente diplomática de un país del norte de la UE.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, cuyo gobierno es considerado uno de los más firmes partidarios de los palestinos, dijo a los periodistas que percibía un cambio en las posiciones de los líderes.
“Sí, tengo la sensación, veo que aquellos países que han sido más vocales en la defensa de Israel están encontrando cada vez más dificultades para defender las acciones israelíes y al gobierno de Benjamín Netanyahu”, dijo Sánchez.
Sánchez y el canciller alemán Olaf Scholz, cuyos gobiernos no han coincidido en el conflicto que estalló en Gaza tras los ataques de Hamás contra Israel el 7 de octubre, tomaron la iniciativa de redactar conjuntamente la declaración final de los 27 líderes sobre Oriente Medio.
La medida es una señal de un creciente interés por suavizar las divisiones entre los líderes de la UE.
Se cree que el cambio se debe en gran medida a informes recientes sobre disparos de las fuerzas israelíes contra las tropas de mantenimiento de la paz de la FPNUL.
La misión internacional fue establecida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1978 para restablecer la paz y la seguridad en el sur del Líbano, cerca de la frontera con Israel, conocida como la Línea Azul.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dice que el grupo militante Hezbolá está utilizando a las tropas de la FPNUL como “escudo humano”, y en los últimos días ha redoblado sus demandas de que las fuerzas de paz abandonen el sur del Líbano.
En unas conclusiones adoptadas a última hora del jueves, los dirigentes de la UE respondieron a ese llamamiento: “El Consejo Europeo apoya el papel fundamental de estabilización de la FPNUL en el sur del Líbano y pide a todas las partes que protejan y apoyen la importante misión de la FPNUL”.
El apoyo a la restricción del comercio sigue siendo minoritario
A pesar de la convergencia de posturas, todavía no hay un apoyo mayoritario a aprovechar el poder económico de la UE para ejercer presión diplomática sobre el gobierno de Netanyahu.
Irlanda y España han pedido conjuntamente a la Comisión Europea que reabra su acuerdo comercial con Israel en un Consejo de Asociación, un foro que permitiría a ambas partes discutir su relación bilateral.
El máximo diplomático de la UE, Josep Borrell, convocó a Israel a un Consejo de Asociación a principios de junio para evaluar el cumplimiento por parte del país de sus obligaciones en materia de derechos humanos. El artículo 2 del acuerdo comercial condiciona los acuerdos al “respeto de los derechos humanos y los principios democráticos”.
Según informaron a Euronews, Israel ha aceptado en principio discutir el Acuerdo de Asociación, pero las condiciones en las que las conversaciones no se refieren a la situación en Gaza.
El Primer Ministro irlandés, Simon Harris, dijo a los periodistas el miércoles que su gobierno recibiría nuevo asesoramiento legal del fiscal general que podría conducir a la reactivación de un proyecto de ley de 2018 que prohíbe el comercio entre Irlanda y los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada y Jerusalén Oriental.
Irlanda adoptaría medidas unilaterales con respecto a las restricciones comerciales. Bélgica y España han indicado que apoyan la medida irlandesa, pero no han manifestado que estarían dispuestas a actuar sin el respaldo de la UE.