Aunque varias playas reabrieron hoy en Australia, luego de un cierre temporal, cuatro de Sídney continúan vedadas por la aparición de miles de bolas de alquitrán de origen desconocido, mientras las autoridades investigan.
Según un comunicado del Consejo de Waverley, en el este de la ciudad de Sídney, todas las playas de la localidad volvieron a brindar acceso, entre ellas la de Bondi, una de las más icónicas de Australia, atractiva para los turistas, pero sobre todo, para surfistas nacionales y foráneos.
La decisión de cerrar durante 24 horas se adoptó como medida de seguridad, de acuerdo con la propia instancia, a fin de examinar la composición de un material hallado, con tamaño variable que puede llegar a igualar el de una pelota de tenis.
Análisis preliminares dispuestos por el Consejo de Randwich, al que pertenecen los balnearios aun clausurados, indicaron que se trata de un contaminante a base de hidrocarburos y consistente con la composición de las bolas de alquitrán, capaces de infectar y dañar el medio ambiente.
Durante el día de ayer y todavía este viernes, equipos de limpieza con suministros pertinentes como trajes protectores, herramientas manuales y maquinaria ligera, recorren ciertos tramos de las costas de Australia para retirar las bolas de alquitrán e impedir posibles afectaciones.
La Autoridad de Protección Medioambiental del estado de Nueva Gales del Sur pidió a los ciudadanos evitar tocar las bolas de alquitrán o nadar en donde sean vistas.