El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este jueves una nueva batería de sanciones contra tres empresas y un individuo vinculados supuestamente a la fabricación de drones Garpiya, unas aeronaves no tripuladas con capacidad para llegar a objetivos a gran distancia y que forman parte de la guerra de Rusia en Ucrania.
Los Garpiya tienen diseño y producción china, aunque en el proceso colaboren firman rusas. Las sanciones conocidas este jueves son, de hecho, las primeras aplicadas contra entidades de China que desarrollan de manera directa sistemas completos en colaboración con socios de Rusia, han destacado los departamentos del Tesoro y de Estado de Estados Unidos.
El secretario del Tesoro adjunto para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Bradley T. Smith, ha advertido en una nota de que Rusia, “cada vez más”, depende de este tipo de sinergias con profesionales externos para importar tecnología con la que “sostener su programa armamentístico y avanzar en su campaña militar contra Ucrania”.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha enfatizado que Washington mantendrá en el punto de mira a todas aquellas empresas y personas que “den apoyo a la base industrial militar de Rusia”, país contra el que se han aprobado numerosos castigos como represalia por la invasión iniciada sobre Ucrania en febrero de 2022.