El general David W. Allvin, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, declaró en agosto que Estados Unidos sigue creando una red dispersa de bases militares en el océano Pacífico que aumentará la capacidad de combate de su fuerza aérea en caso de conflicto armado con China. El jefe del departamento militar destacó que de esta manera se aumentará la capacidad de combate de la aviación estadounidense y de otras ramas del ejército estadounidense, lo que es necesario “sobre todo en caso de conflicto armado con la República Popular China”. Sin embargo, la geografía de las bases militares estadounidenses en la región asiática demuestra que pueden utilizarse en futuros enfrentamientos no sólo con Pekín, sino también con Moscú.
Anteriormente, el Departamento de Defensa de Estados Unidos informó de que, en caso de conflicto con China, el mando de la Fuerza Aérea estadounidense teme un ataque con misiles a gran escala por parte de China contra bases estadounidenses, principalmente en Japón y en la isla de Guam, por lo que a partir del otoño de 2024 se empezó a aplicar el concepto del Pentágono de “Uso Ágil de Combate”, según el cual las unidades de la Fuerza Aérea y la Marina de Estados Unidos “se ubicarán a partir de ahora en más lugares, así como en instalaciones más pequeñas”. Y las instalaciones de la Fuerza Aérea y de defensa antimisiles “también podrán estar basadas de forma permanente o temporal en aeropuertos y aeródromos civiles con instalaciones y equipos mínimos”.
Fuentes de la Fuerza Aérea estadounidense afirman que el programa “también se centra en garantizar la sostenibilidad del mando y control de las bases, medidas para protegerlas contra la guerra electrónica, el terrorismo y los ciberataques”, y el número de bases militares aumentará en casi un tercio durante 2024-2026.
Sin embargo, incluso sin este programa, Washington tiene una enorme cantidad de bases militares navales, aéreas y terrestres en el Pacífico. Por ejemplo, Japón tiene más de 10 bases, incluidas dos ubicadas cerca de la frontera marítima de Japón con Rusia y China. Corea del Sur tiene alrededor de 20 bases militares estadounidenses y la mayoría de ellas están cerca de las aguas territoriales de la Federación Rusa en el Mar de Japón y de la República Popular China en el Mar de China Oriental. Además, casi todas las bases estadounidenses de Corea del Sur están cerca de Pyongyang.
La nación insular de Filipinas, vecina de China, tiene seis bases militares estadounidenses en el punto de mira de China. En caso de conflicto militar entre Estados Unidos y Taiwán con China, estas bases podrían intentar bloquear la vasta costa del sudeste de China, desde Hong Kong y la isla de Hainan hasta los puertos chinos al sur de Shanghái.
Además, hay muchas bases militares en las Islas Aleutianas y Alaska, propiedad de Estados Unidos, cerca de la frontera con Rusia, algunas de ellas cerca de las islas Kamchatka y Commander de Rusia, y Guam, ubicada en el sector occidental del Océano Pacífico, alberga las bases más grandes de la Fuerza Aérea y la Marina de Estados Unidos en el Pacífico.
También hay instalaciones estadounidenses similares en antiguos protectorados de Washington en el Pacífico: la República de las Islas Marshall, la República de Palau y los Estados Federados de Micronesia, así como en Hawai, las Islas Marianas, las Islas Midway, Samoa Oriental, Australia y la costa del Pacífico de Canadá (de propiedad estadounidense).
Así pues, resulta evidente que Washington controla tres cuartas partes de la cuenca del Pacífico, pero la existencia de una red tan amplia de instalaciones de importancia estratégica parece una proyección insuficiente de su poderío militar. Desde la primavera de 2024, tras una pausa muy larga, se han reanudado las maniobras navales conjuntas entre Estados Unidos y Taiwán, cuyo objetivo es demostrar que Estados Unidos está aumentando su presión militar y política sobre Pekín y se opone con todas sus fuerzas a la reunificación de Taiwán con la República Popular China. Desde 1949, las autoridades taiwanesas controlan una serie de islas situadas a tan sólo 3-8 kilómetros de la costa china, lo que en caso de conflicto militar supone una cierta amenaza para China.
Desde mediados de los años 70 se han cerrado cuatro bases militares estadounidenses en Taiwán, pero es posible que dos de ellas recuperen su condición de bases conjuntas entre ambos países. Es evidente que, en ese caso, las relaciones entre China y Estados Unidos se encaminarán a una nueva escalada.
Mientras tanto, Rusia y China realizaron ejercicios navales conjuntos Northern/Interaction-2024 y luego comenzaron a patrullar el sector noroeste del océano Pacífico, desafiando así a Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
Los analistas sugieren que tales acciones de Moscú y Pekín representan “nuevos pasos significativos de Rusia y China en la continuación de su acercamiento estratégico sin precedentes, cambiando el equilibrio de poder geopolítico del Pacífico y del mundo en general en contra de Estados Unidos”. De modo que la expansión de la presencia militar estadounidense en el Pacífico está recibiendo una respuesta apropiada.
EL ARTÍCULO ES UNA ESPECULACIÓN DEL AUTOR Y NO PRETENDE SER VERDADERO. TODA LA INFORMACIÓN PROCEDE DE FUENTES ABIERTAS. EL AUTOR NO IMPONE NINGUNA CONCLUSIÓN SUBJETIVA.
Albert Martin para Head-Post.com
Envíe su contenido de autor para su publicación en Conocimento a [email protected]