El primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió que no respetará ni implementará ningún derecho de asilo de la UE si amenazara la seguridad de Polonia, subrayando que “nadie me convencerá ni me obligará a cambiar de opinión”.
El sábado, al hablar en la convención de la Coalición Cívica de su partido en Varsovia, dijo que sería “absolutamente duro y despiadado” respecto de la inmigración ilegal.
La Coalición Cívica le quitó el poder al Partido Ley y Justicia (PiS) el pasado octubre en las elecciones generales de Polonia.
“No respetaremos ni aplicaremos ninguna idea europea o de la UE si estamos seguros de que perjudican nuestra seguridad. Me refiero al pacto migratorio”, subrayó.
Se espera que Tusk presente el nuevo pacto migratorio polaco en una reunión del gobierno el martes 15 de octubre.
“Con la adopción de esta estrategia migratoria reduciremos al mínimo la inmigración ilegal en Polonia. Erradicaremos aquellas prácticas que de hecho soslayan los intereses polacos y que atentan contra la seguridad de los polacos y del Estado polaco”, afirmó.
Han pasado ya dos años desde que Polonia erigió una barrera metálica de 190 kilómetros para impedir la entrada de inmigrantes procedentes de Bielorrusia.
Aunque el flujo ha disminuido, el debate público sobre el tema continúa, especialmente desde mayo, cuando un soldado fue apuñalado fatalmente por un migrante.
En respuesta, el gobierno creó una zona de protección adicional de 200 metros a lo largo de la frontera, que también es la frontera oriental de la Unión Europea.