El plan presupuestario de Francia para 2025 prevé recortar el gasto y aumentar los impuestos por valor de 60.000 millones de euros para reducir el déficit al 5% del PIB.
Sin embargo, los economistas siguen siendo escépticos y algunos prevén un mayor déficit y un menor crecimiento, lo que genera inquietud sobre la sostenibilidad de la consolidación impulsada por los impuestos.
El jueves, el gobierno francés dio a conocer un amplio plan presupuestario para 2025, que incluye importantes recortes de gasto y aumentos de impuestos específicos por un total de 60.000 millones de euros, destinados a abordar el creciente déficit del país.
El plan pretende reducir el déficit presupuestario al 5% del PIB para finales de 2025, con el objetivo a largo plazo de cumplir con la regla de déficit del 3% del Tratado de Maastricht para 2029.
Antoine Armand, ministro de Economía, Finanzas e Industria, y Laurent Saint-Martin, ministro encargado del Presupuesto, destacaron la urgencia de la situación.
“El estado de nuestras finanzas públicas es grave”, escribieron en el proyecto de ley, advirtiendo que, sin una acción decisiva e inmediata, el déficit público podría alcanzar el 7% del PIB en 2024.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos de última hora para frenar los crecientes costos de los intereses de la deuda, los economistas han expresado dudas sobre la capacidad del gobierno para controlar un déficit tan grande en un período de tiempo tan corto.
Presupuesto de Francia 2025: principales medidas propuestas
El proyecto de ley de finanzas de 2025 prevé 41.300 millones de euros en reducciones de gasto y 19.300 millones de euros en nuevos ingresos fiscales.
Las áreas específicas en las que se reducirá el gasto son:
Los ahorros se harán mediante recortes del gasto estatal por valor de 21.500 millones de euros, de los que 14.800 millones procederán de la recuperación de la salud financiera de la Seguridad Social, mientras que 5.000 millones se ahorrarán con la moderación del gasto de los gobiernos locales.
El plan del gobierno también incluye recortes de empleo en varios sectores para agilizar los servicios públicos y reducir los costos operativos.
El Ministerio de Educación será el que sufra la mayor reducción de plantilla, con más de 4.000 supresiones de puestos de trabajo previstas.
Además, el gobierno planea recaudar 19.300 millones de euros mediante contribuciones fiscales excepcionales y temporales, de las que las empresas y los hogares más ricos serán los más afectados:
Unos 13.600 millones de euros procederán de un aumento de los impuestos a las empresas, mientras que 5.700 millones procederán de un aumento de los impuestos a las personas físicas.
El gobierno se ha comprometido a aplicar una regla presupuestaria estricta: “Por cada euro de ingresos adicionales, ahorraremos dos euros en gastos”, afirmó Armand y Saint-Martin.
Las proyecciones económicas prevén un crecimiento del 1,1% y un déficit que caerá al 5%
Se proyecta un crecimiento económico del 1,1% tanto para 2024 como para 2025, mientras que se espera que la inflación disminuya del 2,1% en 2024 al 1,8% en 2025.
En cuanto a las finanzas públicas, se espera que el déficit presupuestario empeore en 2024, alcanzando el 6,1% del PIB, frente al 5,5% en 2023.
Se estima que en 2025 el déficit caerá al 5,0% del PIB, según el nuevo proyecto de presupuesto.
En términos nominales, se espera que el déficit presupuestario se reduzca en 31.000 millones de euros en 2025, con lo que el déficit bajará a 135.600 millones de euros.
Se proyecta que la deuda pública del país alcance el 114,7% del PIB en 2025, frente al 112,9% en 2024.
Los economistas opinan
Algunos economistas ya han reaccionado con cautela y escepticismo sobre la viabilidad del ambicioso plan de Francia.
Rubén Segura-Cayuela , economista del Bank of America, expresó su preocupación al afirmar: “El plan presupuestario parece un poco más ambicioso de lo esperado, pero demasiada ambición probablemente lo hace menos creíble”.
Señaló que partes de los ajustes de 2025 siguen siendo “muy opacas” y criticó la falta de claridad sobre la trayectoria fiscal más allá de 2026. Además, planteó cierto escepticismo respecto de su aprobación.
Alexandre Stott, economista de Goldman Sachs, también expresó sus preocupaciones:
“La magnitud de la consolidación propuesta y la correspondiente dependencia de aumentos de impuestos nos dejan menos confiados en la capacidad del gobierno para cumplir su objetivo de déficit de 5,0% para 2025”.
Stott sugirió que el enfoque de Francia puede enfrentar desafíos: “Nuestras investigaciones anteriores han encontrado que los ajustes abruptos y las consolidaciones basadas en impuestos tienden a tener una menor probabilidad de tener éxito en mejorar la posición fiscal de manera sostenible”.
Como resultado, Goldman Sachs ahora proyecta un déficit del 5,2% para 2025, superando el objetivo del gobierno, y ha revisado sus pronósticos de crecimiento económico para el próximo año para ubicarlos por debajo de las estimaciones oficiales.
Goldman Sachs espera que el gobierno del primer ministro Barnier apruebe el proyecto de ley de presupuestos antes de fin de año. Sin embargo, advierte de una importante incertidumbre más allá de ese momento, con la posibilidad de nuevas elecciones legislativas después de julio de 2025.
Stéphane Colliac, economista de BNP Paribas, prevé un posible cambio en la opinión pública a favor de las medidas de austeridad.
“La percepción de una deuda pública excesiva ha madurado en la opinión pública”, observó, señalando un reciente barómetro del Instituto Montaigne que muestra que el 39% de los ciudadanos franceses ahora considera la reducción de la deuda un tema “muy urgente”, un aumento de 15 puntos porcentuales respecto del año pasado.
Colliac argumentó que priorizar los recortes de gasto por sobre los aumentos de impuestos podría tener éxito donde los intentos anteriores han fracasado, y señaló que ese enfoque ha sido “poco probado en el pasado, especialmente durante 2012-13, cuando el gobierno aumentó los ingresos en un 1% del PIB por año”.
Sin embargo, Colliac advirtió que con un consumo lento y márgenes corporativos debilitados, ahora hay “poco margen de maniobra” para mayores aumentos de impuestos sin sofocar el crecimiento económico.
Cronograma legislativo y próximos pasos
El proyecto de ley de finanzas de 2025 seguirá un estricto calendario legislativo:
21-25 de octubre : Debate sobre la primera parte (ingresos) en la Asamblea Nacional.
5 de noviembre : Votación sobre el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social.
19 de noviembre : Votación final del proyecto de ley de finanzas de 2025. Después de noviembre: Se envía al Senado para su revisión y el proceso concluye el 21 de diciembre, fecha límite constitucional. Si persisten los desacuerdos, la Asamblea Nacional tendrá la última palabra.
Finales de diciembre : El Consejo Constitucional podrá ser consultado para evaluar la constitucionalidad de los textos.
Luego de la fase parlamentaria, tanto la ley de finanzas como la ley de financiamiento de la seguridad social serán promulgadas por el Presidente de la República y publicadas en el Diario Oficial a más tardar el 31 de diciembre para entrar en vigor en enero de 2025.