Los votantes de Arizona, Georgia y Texas tienen hasta hoy para registrarse con vista a elegir el 5 de noviembre el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos entre Donald Trump (republicano) y Kamala Harris (demócarata).
Otros estados de la Unión como Carolina del Sur o Alaska cerraron este domingo el plazo de inscripción, mientras Nevada finalizarà la inscripciòn mañana, Carolina del Norte, el 11; Wisconsin, el 16; Michigan, el 21, mismo día que Pensilvania y California, este ùltimo el estado con más poder electoral del país.
A menos de un mes de las elecciones presidenciales (y generales) en Estados Unidos, ni encuestas ni analistas lanzan pronósticos debido a la cerrada carrera entre Trump y Harris.
Un sondeo nacional elaborado por ABC News/538 refleja que el apoyo a Harris es de 49 por ciento y el de Trump, 46; esa diferencia se encuentra dentro del margen de error y se clasifica como un empate técnico.
No obstante, la vicepresidenta llega a la recta final como ligera favorita, a tono con el modelo de The Hill/Decision Desk HQ, que le da 54 por ciento de posibilidades de ganar.
En los estados clave, Trump figura delante en Carolina del Norte, Georgia y Arizona, mientras que Harris marca el paso en Pensilvania, Nevada, Wisconsin y Michigan, de acuerdo con los estudios de opinión.
Pero esas diferencias son demasiado pequeñas como para ser significativas, señalan los observadores, porque la pelea está esencialmente empatada en esos siete estados en disputa y es muy difícil predecir en este momento qué candidato obtendrá la mayoría de esos 93 votos electorales que aportan en su conjunto a los 538 del Colegio Electoral.
Sostienen además que los republicanos son los mayores favoritos para ganar el Senado, con 71 por ciento de intenciòn de voto, al tiempo que la batalla por la Cámara de Representantes está tan reñida como la contienda por la Casa Blanca, y los conservadores tienen 56 por ciento de probabilidades de mantener su mayoría.
Si se evalúa cómo ha sido esta campaña presidencial hasta ahora, lo único que es predecible es lo impredecible, dijo la estratega republicana Nicole Schlinger, citada por el diario The Hill.
Para el reconocido cineasta Michael Moore será necesario que el expresidente Trump pierda las elecciones “de manera aplastante” si se quiere “garantizar” que desaparezca del centro de atención.
“No deberíamos conformarnos con nada menos”, insistió Moore, quien vaticinó el triunfo de Trump en 2016, y ahora expresó optimismo de que la vicepresidenta Harris ganaría.
“Si alguna vez hubo una elección en la que lo totalmente inesperado y loco podría suceder, esta ya es”, subrayó el cineasta y activista de 70 años en su sitio web, al enfatizar en que “no supongan nada. No den nada por sentado”.