Reem Alsalem cree que los atletas masculinos tienen una ventaja natural sobre las mujeres, lo que hace que la competencia entre los sexos sea injusta y peligrosa
Según la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Alsalem, los atletas nacidos varones no deberían poder competir en deportes femeninos porque disfrutan de una ventaja injusta. Sus comentarios se produjeron tras la polémica sobre las personas transgénero en los Juegos Olímpicos de París, que puso de relieve los problemas de seguridad que enfrentan los participantes y puso en tela de juicio la integridad de los juegos.
Alsalem presentó el jueves un informe a la organización en el que advirtió que las atletas femeninas podrían ser físicamente vulnerables a los varones biológicos cuando compiten en los mismos deportes.
Destacando que el deporte funciona bajo la premisa de que “se necesita una categoría separada para mujeres para garantizar oportunidades iguales, justas y seguras”, señaló, citado por Sky News, que “múltiples estudios ofrecen evidencia de que los atletas nacidos varones tienen ventajas de rendimiento comprobadas en el deporte a lo largo de sus vidas”.
Según Alsalem, socavar los criterios de elegibilidad en los deportes de un solo sexo conduciría a “formas injustas, ilegales y extremas de discriminación contra las atletas femeninas”. En vista de esto, argumentó, las autoridades deportivas deberían “garantizar que las categorías femeninas en el deporte organizado sean accesibles exclusivamente a personas cuyo sexo biológico sea femenino” para garantizar el juego limpio.
El funcionario señaló que en los casos en que el sexo de un deportista sea “desconocido o incierto”, esta persona debe someterse a una prueba genética de manera digna, como un frotis bucal.
Alsalem dijo que si bien el informe, que describió como independiente y con cierto peso autorizado, no tendrá ninguna implicación jurídicamente vinculante, espera que contribuya al debate sobre derechos humanos.
El informe surge a raíz de un escándalo de género en los Juegos Olímpicos de París, donde la boxeadora argelina Imane Khelif ganó la medalla de oro en boxeo femenino. Khelif fue descalificada de la competición el año pasado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) después de que una prueba de ADN indicara que la atleta no era apta para competir con mujeres. Khelif ha negado las acusaciones de haber nacido varón biológico y se ha quejado de “acoso en línea”.
Al comentar la controversia, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, dijo que no existe “un sistema científicamente sólido para identificar a hombres y mujeres”, argumentando que las pruebas cromosómicas ya no son suficientes para distinguir entre los dos sexos. Según el COI, la decisión se debió al pasaporte de Khelif, que identifica a la atleta como mujer.