El Tribunal de Cuentas Europeo ha avisado este jueves de que se necesitan más fondos para cumplir los objetivos del programa para desarrollar la Industria de la Defensa europea, al entender que el presupuesto asignado se queda corto para el objetivo de reforzar la base industrial.
En un dictamen centrado en la estrategia de Defensa presentada a principios de 2024 que busca cambiar el paradigma europeo para contar con una economía preparada para la guerra y promover su sector militar a través de compras conjuntas, el tribunal subraya el “riesgo” de que la propuesta de gasto de 1.500 millones de euros para dos años “no encaje con los ambiciosos objetivos de pertrechar mejor la industria de defensa y contribuir a la base industrial para la defensa de Ucrania”.
“La propuesta legislativa de la UE para reforzar su preparación industrial en materia de defensa exige un diseño más robusto. También es necesario hallar la combinación adecuada de objetivos, presupuesto propuesto y calendario para esta política”, ha indicado Marek Opiola, responsable de este dictamen.
A su juicio, la Comisión Europea no evaluó correctamente el volumen de ayuda presupuestaria necesaria para ejecutar los instrumentos propuestos. Igualmente reclama una hoja de ruta clara que defina hitos y objetivos que reflejen los resultados que se pueden lograr para 2027.
Sobre el paquete de apoyo a Ucrania, la UE confía en nutrirlo gracias a los bienes congelados a Rusia, algo que el Tribunal de Cuentas piensa que “no está exento de riesgos”, ya que existe una “incertidumbre sobre el importe y la duración de la financiación procedente de esta fuente”.
La estrategia de Bruselas se fijó que para 2030 el 50% de las adquisiciones de los 27 sean de equipos europeos y el 40% de las compras sean conjuntas, pese a que no puso sobre la mesa nuevos fondos y se fió todo a movilizar partidas de cohesión o usar los beneficios generados por los bienes rusos.
Al tratarse de un plan con vocación de futuro, en Bruselas abrieron la puerta a canalizar fondos previstos para política de Cohesión, al entender que hay muchas actividades financiadas por la UE que pueden ser relevantes para la industria militar.