Miles de casas fueron arrasadas por las inundaciones en el condado rumano de Galati, dejando a miles de personas desplazadas.
Las ciudades, carreteras y puentes rumanos han sido devastados por las recientes condiciones climáticas extremas y la consiguiente pérdida de vidas.
Aunque el agua ha retrocedido, las casas han quedado llenas de barro. Viviendas, bienes y muebles han sido destruidos.
En Italia, el sábado por la mañana se iniciaron las labores de limpieza en Emilia-Romaña. Los voluntarios acudieron para ayudar a los más afectados por el mal tiempo.
La pequeña ciudad de Romagna fue golpeada por inundaciones que provocaron daños importantes.
Todavía se está evaluando el alcance de los daños, pero el viernes el gobierno de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aprobó una asignación inicial de 20 millones de euros en ayuda.
Se esperaba que las inundaciones alcanzaran su punto máximo en Hungría el sábado cuando el río Danubio alcanzó su nivel máximo.
A 642cm el agua amenazaba con desbordarse.
En preparación para una nueva ola de inundaciones, se fortificaron con sacos de arena puntos clave de infraestructura, como las entradas del metro.