El acuerdo bilateral pretende facilitar la entrada de trabajadores cualificados de Uzbekistán a Alemania, en particular aquellos que trabajan en el sector sanitario.
El canciller alemán, Olaf Scholz, firmó un acuerdo migratorio con el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, en el primer día de su viaje de tres días a Asia Central.
El acuerdo bilateral, que se firmó en la antigua ciudad de la Ruta de la Seda, Samarcanda, tiene como objetivo facilitar la entrada de trabajadores calificados de Uzbekistán a Alemania, en particular aquellos que trabajan en el sector de la salud.
El acuerdo también acelerará y simplificará la repatriación de los uzbekos que viven en Alemania sin un permiso de residencia legal.
La agencia de prensa alemana dpa estima que alrededor de 13.700 ciudadanos uzbekos viven actualmente en Alemania y, aunque la gran mayoría lo hace legalmente, alrededor de 200 tendrían derecho a la repatriación.
“Con nuestro acuerdo sobre migración y movilidad firmado hoy en Samarcanda, Uzbekistán, estamos permitiendo que personas con grandes talentos ingresen a nuestro país. Además, nos comprometemos a realizar procesos sin burocracia para que quienes no puedan quedarse en nuestro país puedan regresar”, dijo Scholz en una publicación en X.
Scholz y Mirziyoyev firmaron otros siete acuerdos que abarcan áreas como la gestión sostenible de los recursos hídricos y una asociación sobre minerales críticos.
Scholz viajará a Kazajstán el lunes y se espera que sus conversaciones allí se centren en los suministros de petróleo y gas a Alemania y también en las sanciones a Rusia desde la invasión de Ucrania en 2022.
Las repúblicas de Asia Central son tradicionalmente cercanas a Moscú y se ha acusado a Astaná de permitir a Rusia eludir las restricciones comerciales.
Pero el viaje de Scholz también generó críticas
Durante su estancia en Kazajstán, se espera que asista a una cumbre con los jefes de las cinco ex repúblicas soviéticas (Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán), siendo el primer canciller alemán en hacerlo.
El organismo de vigilancia internacional Human Rights Watch (HRW) dice que la cumbre sería una oportunidad desaprovechada si Scholz no planteara las supuestas deficiencias en materia de derechos humanos en los cinco países.
“El gobierno alemán no puede pretender que es posible estrechar lazos con Asia Central sin una mejora significativa de los derechos humanos en la región. La próxima cumbre ofrece una oportunidad para dejarlo claro”, afirmó HRW en un comunicado.
El organismo de control citó los persistentes abusos de los derechos humanos en la región, incluyendo la “supresión de los derechos a protestar y expresar opiniones, incluso en línea, el encarcelamiento de activistas, la tortura durante la detención, la represión de la sociedad civil, la violencia contra las mujeres, la impunidad de las fuerzas de seguridad abusivas y la falta de elecciones libres y justas”.