El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha resaltado la “soberanía” del país ante la votación que se va a llevar este miércoles en el Congreso de España para reconocer al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, como ganador y nuevo mandatario venezolano, así como una condena de la represión del régimen y una reprobación del silencio del expresidente socialista español José Luis Rodríguez Zapatero, que ha participado en tareas de mediación entre Gobierno y oposición.
En ese sentido, ha pedido a la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, que llame a su “amigo” el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, para mostrarle “el acta de la independencia del 5 de julio” para que “sepa que Venezuela es y será irremediablemente libre, soberana, independiente de Madrid, de España y del mundo entero”, según ha declarado en la Plenaria del Consejo Federal de Gobierno.
Tras ello, ha calificado al Partido Popular (PP) y a Vox de “basura” y de “ultraderecha”, formaciones que defienden la iniciativa que se votará en el Congreso español.
“Fueron millones de españoles que apoyaron a Franco y que todavía votan por el PP, la basura del PP, de la ultraderecha, y la ultrabasura de Vox, que es la ultraultraderecha, que tiene un concepto colonialista de la América. Se va a demostrar mañana en una votación que tiene el Congreso”, ha añadido Maduro.
En ese sentido, ha afirmado que Madrid es la “posada del fascismo en Europa y el mundo” desde la dictadura franquista, y que a día de hoy es el “receptáculo de cuánto terrorista, corrupto y fascista hay en Venezuela que huye a Madrid”, en referencia a los opositores exiliados en España.
Cabe destacar que González llegó el domingo a Madrid tras salir de Caracas en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas después de pasar más de un mes amparado en la Embajada de Países Bajos. El 5 de septiembre se trasladó a la sede diplomática española y ya el sábado partió del país.
Venezuela celebró el pasado 28 de julio unas elecciones presidenciales en las que, según las autoridades, Maduro se hizo con la victoria con poco más del 51 por ciento de los votos, si bien es cierto la oposición reivindicó rápidamente su triunfo.
Las tensiones no hicieron más que ir en aumento en Venezuela, especialmente en los primeros días tras las elecciones. Mientras tanto, desde el extranjero también aumenta la presión sobre Maduro a medida que las comunidad internacional insiste en la necesidad de revisar y publicar las actas electorales y que el oficialismo demuestre transparencia y evidencias de su victoria.